El túnel de Labradores ha cerrado, desde este martes, el paso a los vehículos. Los principales objetivos de estas obras son reducir los carriles de la entrada, de cuatro a dos, mejorar la altura, para los problemas con los grandes vehículos y ensanchar las paredes, para aumentar el impacto visual.

TRIBUNA Valladolid ha salido a las calles de la ciudad para preguntar a los ciudadanos qué opinan sobre este cierre y si consideran adecuado el plazo de ocho meses, como mínimo, que ha transmitido el concejal de Urbanismo, Nacho Zarandona, a los medios. La opinión general coincide con la del Ayuntamiento de Valladolid, que ven esta renovación como un mal menor, "si no queda otro remedio", como comentó una vecina de Las Delicias a este medio.