Con un sol radiante y una acogida espectacular, así ha salido La Borriquilla por las calles de Valladolid. Al acabar, un sonoro aplauso ha sonado en la calle Platerías, en la Vera Cruz. Aunque el año pasado se celebró, hubo todavía alguna restricción por la pandemia. Este año, en 2023, La Borriquilla volvió a salir a las calles de Valladolid acompañada por el zarandeo de cientos de palmas en señal de lo que ha evocado este domingo un año más en la ciudad la entrada triunfal de Jesucristo por la Puerta Dorada de Jerusalén.

Esta entrada en Jerusalén es la que han rememorado este Domingo de Ramos las secciones infantiles de las cofradías y hermandades penitenciales de Valladolid, que han protagonizado así la primera gran procesión de la Semana Santa vallisoletana, una de las más concurridas históricamente. El sol y el buen tiempo han hecho que los vallisoletanos se agolparan en las calles del centro para presenciar dicho momento.

Portada por veinticuatro hermanos de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, la singular escultura de papel encolado conocida como 'La Borriquilla' (La Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén) realizada en el siglo XVI por Francisco Giralte ha procesionado por las céntricas calles del casco histórico sobre un pasillo de palmas al vuelo. A su paso por la Catedral se ha unido a la comitiva procesional, el arzobispo Luis Argüello, así como el resto de autoridades civiles y religiosas y directivos de las cofradías vallisoletanas, que han seguido el recorrido previsto.

Uno de los momentos más esperados de la procesión ha llegado cuando el paso ha cruzado la Plaza Mayor de Valladolid enfrente de su Ayuntamiento para enfilar la recta final del trayecto en su lugar de acogida, la iglesia penitencial de la Santa Vera Cruz en la calle Platerías.

Con un pasillo de palmas a sus dos costados, la comitiva y 'La Borriquilla' han cruzado laureadas estos últimos metros de la procesión, momento en el que el cardenal y arzobispo se ha subido al balcón del templo y ha dirigido una plática a los fieles para recordarles el mensaje de "humildad y paz" que llevó Jesús en su entrada en Jerusalén.

El recorrido festivo de la procesión ha estado iluminado por el sol en una cálida mañana con temperaturas primaverales de que han alcanzado los 18 grados centígrados.