Desde siempre, las enfermeras han sido un colectivo que valía para todo. Su formación comprende unos contenidos muy amplios que abarcan todos los aspectos de un hospital, desde la gestión básica de historias cínicas hasta el paciente crítico, ingresado en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Incluso, para desmerecer el trabajo más, se han hecho contratos donde especificaba: "enfermera multidisciplinar".

La especificidad de cada puesto de trabajo depende de la formación que realice cada cual por su propia cuenta o de la que le impartan en su centro de trabajo, sin que existan plenas garantías calidad. Ninguna formación asegura que tu futuro laboral vaya a realizarse en el área del que más conocimiento tienes. Tampoco se asegura que todas las formaciones ayuden a adquirir las mismas aptitudes, aunque el contenido sea teóricamente el mismo.

Desde las especialidades, másteres y formación continuada hasta los periodos formativos por el puesto de trabajo, existen miles de posibilidades donde "aprender". Algunas son mejores y otras peores, pero el catálogo existente para adquirir conocimientos básicos y complejos es extremadamente amplio, tanto como lucrativo. En ocasiones resulta realmente difícil determinar si se trata de una formación competente, útil y actualizada o solo de un pago de tasas para obtener un título.

El viernes saltaba la noticia sobre un niño que ingresó en 2021 en la UCI del Hospital Niño Jesús derivado del Hospital de Torrejón. Había acudido a las urgencias de este último con un brazo roto y entró en estado de gravedad tras un error en la preparación de un medicamento. Según 'El País', la enfermera preparó una dosis de Ketamina (sedante y analgésico) para 130 kg. de peso, muy superior a la correspondiente para los 30 kg. del paciente.

La noticia fue comunicada por la Comunidad de Madrid, lo que podría dar a entender un nuevo ataque contra el personal sanitario por parte de la institución, una represalia tras las protestas de los últimos tres meses. Sin embargo, esta situación es el reflejo de su propia gestión de los centros sanitarios públicos de gestión privada y del personal sanitario. Hospitales low cost ahogados económicamente con el fin de sanear los datos de las asistencias.

El Hospital de Torrejón, gestionado de forma privada, es uno de los mejores calificados dentro de este tipo de centros por poseer un personal cualificado y profesional. No dispone de un buen convenio colectivo para los trabajadores ni tampoco tiene ratios realmente razonables de cara a la seguridad del paciente. Por tanto, esto es la crónica de una muerte anunciada, una más de tantas.

¿Cómo se soluciona? La realidad es que los últimos años hay carencia de enfermeras, es un problema temporal que tardará unos dos años en estabilizarse. Por contra, en estas situaciones de escasez debería primar mucho más la formación y capacitación del personal en técnicas generales y específicas, adaptadas al puesto de trabajo. En este caso, hablamos de la administración de fármacos complejos en pacientes pediátricos. Dado que los fármacos vienen preparados para adultos, se quiere una dilución que fácilmente puede desencadenar eventos como el sucedido.

Habrá quien piense que estas técnicas solo deberían hacerlas el personal con mucha experiencia. Nada más lejos de la realidad. Es necesario preparar a más personal en unidades específicas para tener un relevo generacional suficiente, pero ello conlleva ofrecerles garantías de futuro laboral, supervisar su adaptación al puesto, ofrecer mecanismos estandarizados, etc. Es decir, aumentar la seguridad del personal y de los pacientes con  filtros que minimicen los errores.

Probablemente la persona más afectada con esta situación es la propia enfermera, como sucedió ya hace años en un caso similar y famoso entre los profesionales. Seguramente es a quien menos apoyo se ha dado tras la situación, no me cabe duda. Lo más importante es la fuerza y cariño que le envían la mayoría de compañeras desde las redes sociales, porque de estos sucesos se aprende. Lo cual no implica que se realicen los cambios necesarios.

Para los más aficionados a la aviación hay programas de televisión como 'Mayday: Catástrofes aéreas'. En ellos se tratan los accidentes aéreos más populares con la perspectiva de investigación que se utiliza realmente en este sector. Es importante saber lo sucedido pero no tan relevante saber quién o quiénes son los culpables del incidente. El fundamento de la investigación es establecer un nuevo filtro de mejora para que no vuelva a suceder.