La del perdón

El Real Valladolid dejó escapar una renta de 2-0 ante el Numancia, con ocasiones para ampliar la ventaja, y acabó perdiendo por 2-3.

 

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La del perdón
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Disparos al aire del Real Valladolid terminaron siendo un boomerang y desangrando a un equipo que sigue sin encontrarse. El doblete inicial de Jaime Mata puso en ventaja a los de Luis César, que en la segunda mitad no supieron mantener el 2-0 y se vieron superados por un Numancia que creyó con su primer gol y, sobre todo, tras la expulsión de Kiko Olivas para pagar el perdón local y remontar (2-3).

 

Los fantasmas del inicio de cada partido volaron sobre Zorrilla tras el pitido inicial. Y es que el Pucela encajó a los tres minutos, pero no subió al marcador. Un disparo desde la izquierda de Luis Valcarce se convirtió en una gran asistencia para Manu del Moral, que se encontraba en fuera de juego y, por lo tanto, su remate a la red no valió.

 

El Real Valladolid se sacudió el susto con el control del encuentro, ya que, a partir de ahí, fue quien mandó en la primera mitad. Las ocasiones no faltaron y, para comenzar, dispuso de una doble. Aitor Fernández impidió el gol en ambos remates, tras una buena combinación en la que Mata asistió a Cotán y Toni, después de la parada, cogió el rechazo para tener la suya.

 

Iban Salvador empezó a querer la pelota para intentar liarla, y lo consiguió. Un balón suyo al espacio dejó a Mata solo ante Aitor Fernández, previo error en el despeje de Dani Calvo. El delantero no se puso nervioso ganó la batalla del mano a mano y anotar el 1-0 y su decimotercer gol de la temporada.

 

Aunque el número tardó muy poco en ampliarse; exactamente, cinco minutos. El madrileño aprovechó un centro de Nacho desde la izquierda para adelantarse a todos sus rivales y mandar la pelota a la jaula.

 

Con el 2-0, el Numancia tuvo un tímido arreón; sobre todo con disparos lejanos que para nada intimidaron a Masip. Y es que el Pucela estuvo bien colocado para tratar de no conceder espacios en defensa. Mientras, en ataque, continuó buscándolos para hacer más grande la herida. Aitor Fernández hizo de médico y lo evitó con una buena salida ante el remate de Iban Salvador.

 

Las mejores llegadas eran locales y el tercero parecía estar cerca. Mata, en su afán por conseguir el triplete, privó a Anuar de un mano a mano y finalmente fue él quien se llevó un balón en la frontal. Pero su posición era más complicada y el cancerbero numantino atrapó abajo su disparo.

 

Disfrutó, y mucho, el Pucela en la recta final. La defensa adelantada del Numancia fue un caramelito para los blanquivioletas. Así, en un balón de Nacho a la espalda de los centrales, Cotán estuvo cerca de marcar, pero se le hizo un poco de noche y su remate acabó siendo taponado.

 

El marcador no se movió más y el Pucela se marchó al vestuario con cierta tranquilidad. Eso sí, en la segunda tuvo que estar en alerta porque el Numancia también sabe jugar a esto y lo demostró nada más regresar.

 

Buscó el gol para recortar diferencias y mantener la esperanza de sumar, algo que logró a los 60 minutos. Justo después de que Higinio, ex del Promesas, fuera sustituido entre aplausos, Nacho se abrió hueco en el lateral derecho del área y superó a Masip con un disparo cruzado para hacer el 2-1.

 

Un mazazo que se hizo más grande cinco minutos más tarde, cuando Kiko Olivas vio la segunda tarjeta amarilla. La expulsión del central dejó al Real Valladolid con 10 jugadores, el guion del partido cambió radicalmente y el Numancia se creció.

 

Así, poco después, Carlos Gutiérrez cabeceó al fondo de las mallas un saque de esquina lanzado por Íñigo Pérez. El central se impuso a toda la defensa blanquivioleta y anotó un 2-2 que dañó todavía más a los de Luis César.

 

El entrenador movió ficha con la intención de cortar la sangría. Tras la expulsión, Guitián retrasó su posición y el sistema pasó a un 1-4-4-1. Con el oxígeno de Toni y Salvador terminándose, sustituyó a los dos para dar entrada a Hervías y Óscar Plano.

 

Precisamente, una arrancada de Plano por la izquierda estuvo cerca de terminar en gol, pero el remate de Mata no salió cruzado y se marchó rozando el palo corto. El perdón le volvió a costar caro, ya que en la jugada siguiente el Numancia culminó la remontada. Guillermo se hizo con un balón en el área y encontró el hueco perfecto para superar a Masip por abajo, con un disparo pegado al poste.

 

El 2-3, en el 85', supuso el final del partido, ya que después no se jugó prácticamente nada. Así las cosas, el Real Valladolid se quedó helado en un partido que comenzó dominando y que pudo ganar por más renta.

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