Comisiones Obreras (CCOO) ha encendido las alarmas en Valladolid tras denunciar que Correos planea incorporar patinetes eléctricos con carro integrado para el personal encargado del reparto a pie. La organización sindical considera que esta iniciativa pone en peligro a la plantilla y constituye un retroceso en materia de seguridad laboral.

Según ha explicado CCOO en un comunicado, este nuevo recurso de reparto se clasifica como vehículo de movilidad personal (VMP), lo que obliga por normativa a circular por la calzada junto al resto de automóviles y motocicletas. La central sindical sostiene que este hecho supone "una exposición innecesaria a situaciones de riesgo" que podría derivar en accidentes de gravedad.

Críticas a la dirección de Correos

El sindicato acusa a la empresa pública de actuar de manera unilateral y de ignorar las objeciones expresadas por todas las organizaciones sindicales representadas en Correos. "La decisión se está aplicando sin tener en cuenta la oposición generalizada de la plantilla y sin valorar las consecuencias para la seguridad", señalan desde CCOO.

La organización recuerda además que ningún operador postal público europeo utiliza patinetes eléctricos para el reparto, al considerarlos ineficaces y peligrosos para tareas que tradicionalmente se realizan a pie. En su opinión, este modelo solo se ha extendido entre repartidores de plataformas privadas que operan en condiciones de precariedad.

Otra de las críticas gira en torno a la ausencia del complemento de peligrosidad, que sí reciben los trabajadores que conducen motocicletas o vehículos de cuatro ruedas. CCOO considera incoherente que se introduzca un medio de transporte que incrementa los riesgos sin actualizar las compensaciones económicas previstas en convenio.

Exigencia de paralización y advertencia legal

Ante esta situación, Comisiones Obreras ha solicitado formalmente a la dirección de Correos que detenga de inmediato la implantación de los patinetes eléctricos y abandone el proyecto de manera definitiva. El sindicato advierte de que, si se produjera un accidente relacionado con esta nueva medida, emprenderá acciones penales contra los responsables de su aplicación.

A la espera de una respuesta por parte de la empresa, la controversia abre un nuevo frente en la negociación entre Correos y sus trabajadores en un contexto en el que la seguridad laboral vuelve a situarse en el centro del debate.