El Atlético Valladolid firmó una victoria de carácter ante un Fraikin Granollers que sigue sin encontrar respuestas en una liga cada vez más exigente. El conjunto dirigido por David Pisonero se impuso en un duelo intenso y de alta velocidad, cimentado en una defensa sólida y en la brillante actuación del guardameta José Manuel Bar, protagonista indiscutible de la noche en Huerta del Rey.

Desde el primer minuto, ambos equipos apostaron por un ritmo frenético que derivó en continuas transiciones y goles repartidos en ambas porterías. Pablo Herrero y Pablo Urdangarín fueron los principales referentes ofensivos en un inicio equilibrado, marcado también por el buen trabajo defensivo de los dos conjuntos.

En un partido tan igualado, los pequeños detalles marcaron la diferencia. Bar comenzó a desequilibrar el choque con intervenciones decisivas que dieron aire al Recoletas, obligado a adaptarse a la dureza de la defensa catalana. Aun así, el cuadro vallisoletano consiguió mover el balón con fluidez y encontrar espacios para abrir la primera brecha significativa: un 14-11 que hacía justicia a su mejor circulación ofensiva.

Sin embargo, el tramo final del primer tiempo volvió a estrechar la contienda. La mejora defensiva del Granollers y la exclusión de De Toledo impulsaron a los visitantes, que aprovecharon la superioridad numérica para igualar el marcador antes del descanso (14-14).

La segunda mitad devolvió al Recoletas su mejor versión. Con Karapalevski liderando la dirección del juego, los locales sacaron partido de una nueva superioridad numérica para escaparse hasta un 24-19 que encendió al pabellón. Granollers, herido tras su reciente tropiezo ante Alicante, buscó la reacción, pero chocó una y otra vez con el muro levantado por Bar y la defensa vallisoletana.

Aunque Chaves mantuvo con vida a los catalanes desde el extremo, el Recoletas supo gestionar su renta en los minutos clave y cerró un triunfo merecido por 29-26, que afianza su crecimiento y hunde aún más a un Granollers necesitado de respuestas.