Margo García, codirectora de 'Cenizas mi amor': "Lo fantástico también habla de la condición humana"

La vallisoletana, junto a Pedro Tamames, presenta este jueves un corto que usa lo sobrenatural para reflexionar sobre la eternidad del amor, el deseo femenino y la aceptación de la vida

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Margo García, codirectora de 'Cenizas mi amor': "Lo fantástico también habla de la condición humana"
Margo García, codirectora de 'Cenizas mi amor'. Foto cedida a TRIBUNA
El autor esRebeca Pasalodos Pérez
Rebeca Pasalodos Pérez
Lectura estimada: 6 min.

En el corazón oscuro del Campo Grande, entre la bruma y los primeros destellos del amanecer, la vallisoletana Margo García y Pedro Tamames dieron vida a una historia donde el amor y lo fantástico se miran de frente. 'Cenizas mi amor' no teme a la noche ni a los mitos: rescata la figura de la vampira para hablar del deseo, del paso del tiempo y de esa aceptación serena de lo que fue. Codirigido por dos cineastas que comparten una sensibilidad forjada en años de trabajo conjunto, el corto -rodado en Valladolid y con alma de fábula cotidiana- llega este jueves a la Gala de la Unesco de la SEMINCI como una pieza que transforma lo monstruoso en espejo, y lo eterno en un susurro tan humano como la vida misma.

PREGUNTA: Dirige este corto con Pedro Tamames, que también es guionista, ¿es su primer estreno en la SEMINCI?

RESPUESTA: Yo el año pasado estuve en la sección de Castilla León en Corto, con 'Panorama'. Este es el segundo año consecutivo allí, aunque la primera vez en Seminci Factory.

P: ¿Cómo surgió este esta idea de este corto?

R: La idea original fue de Pedro, pero hemos escrito los dos. Llevábamos mucho tiempo hablando sobre sobre vampiras y sobre todo lo fantástico. A los dos nos gusta mucho. Un día llegó y me dijo: "Tengo ya la idea, Margo, vamos a vamos a darle caña". Y sobre eso nos pusimos a escribir los dos. Yo le propuse rodar en Valladolid porque tenía muchas ganas. Valladolid para nosotros era como un escenario mucho más útil que Madrid para contar esta historia. Básicamente, Valladolid tenía mucho que ver con lo cotidiano, porque queríamos coger una fantasía y contarla de una manera diferente. Buscar la fantasía en lo cotidiano. Entonces, le dije que con todo lo que estábamos planteando tenía más sentido rodar en Valladolid. Y él, encantado porque en Valladolid hay un escenario mucho más poético. Hablamos con una productora allí -La Tapia Audiovisuales-, lanzamos el Seminci Factory y apostaron por nosotros, lo cual ha sido maravilloso.

P: ¿Cómo ha sido la experiencia de codirigir este corto?

R: Ha sido superbonita. Yo con Pedro llevaba ya 5 o 6 años siendo uno otro el ayudante del otro, coescribiendo muchas cosas... Entonces, había un mundo sensible que compartíamos los dos durante todos estos años. No te puedes lanzar a codirigir con cualquier persona, pero con alguien con quien llevas todo este desarrollo anterior hecho, no ha habido ninguna duda. De hecho, era sorprendente porque en rodaje teníamos la capacidad de que, cuando sabíamos que uno de los dos era bueno en algo, el otro daba un paso para atrás, entonces uno podía ir dirigiendo y el otro mirando desde fuera, chequeando lo que se le pudiera ir escapando. Y eso estaba muy bien porque tenías como un tercer y cuarto ojo, que es lo que te suele faltar como director.

P: La historia de 'Cenizas mi amor' toca un tema clásico como el amor, pero con un toque sobrenatural. ¿Por qué arriesgarse con una historia con vampiros para una convocatoria como Seminci Factory?

R: A nosotros nos interesaba hablar no solo del amor, sino también de la idea de las personas que te marcan y el recuerdo que dejan. También, lo que te decía, que la fantasía se suele hacer de una manera muy alejada de nosotros y nos parecía que teníamos que encontrar una historia que estuviera cerca realmente de lo que es nuestro día a día, pensando en que lo fantástico también habla de la condición humana y de las cosas que nos rodean. Para mí, es una historia de aceptación de la vida tal y como es, de los límites que tiene. Lo que pasa es que lo queríamos hacer con una con la estética tétrica, que era todo lo contrario al punto de vista vitalista que tiene. Aparte, también hay una reivindicación muy fuerte y es que queríamos mostrar cuerpos femeninos entrados en edad que son objeto de deseo y que también pueden desear, que es una cosa que no se suele ver en el cine.


Pedro Tamames y Margo García. 

P: También sobresale dentro del corto el tema de la eternidad del amor. Es decir, si ese sentimiento es tan fuerte como para sobrevivir al paso del tiempo y a la vejez. ¿Consideran que es un debate que sigue vigente?

R: Consideramos, de hecho, que es un debate que debería revisarse y, de hecho, por eso la figura del vampiro. El vampiro, históricamente, ha sido la figura del hombre que tiene la capacidad de dominar los deseos femeninos, tanto como para que una mujer desee pasar la eternidad con él o se convierta en lo mostruoso. Entonces, nosotros, al cambiarle el género a esa figura que suele ser masculina, también intentamos desarrollar una relación entre ellas que pasa por encima de ese amor eterno y de ese amor romántico que, a día de hoy, mi generación está intentando desmontar. Esa idealización y ese recuerdo idílico que tiene la vampiro se ponen entredicho por el otro personaje que es Elena, que es esta anciana que ha decidido que la vida está bien tal y como está, y que lo que hayan vivido juntas es maravilloso, que lo que ha quedado de una en la otra es maravilloso y que no debemos por qué pedirle más a la vida.

P: Hay ciertos elementos como la música, o ciertos cambios drásticos de guion o ciertos planos que recuerdan a aquellas películas de terror clásico (entonces en blanco y negro). ¿Se han inspirado en ese tipo de cine de la era Béla Lugosi para darle ese toque a la película?

R: Claro, claro. Está plagado. Gracias por ver la referencia. No sabes lo que agradezco oír esto. De hecho, a mí me fascina Alice Rohrwacher, me fascina Yorgo Lánthimos… Todo este tipo de cine que es consciente de la tradición de la que viene, pero que, aun así, busca verlo desde la cotidianidad. Es verdad que Béla Lugosi y todo este cine antiguo tenía era una relación muy directa entre lo que se estaba contando, la condición humana que se estaba intentando investigar y cómo estaba contado. Y creo que ha habido una deriva del cine fantástico hacia unos códigos ya preconcebidos que distancian mucho el símbolo de del mensaje. Entonces nosotros creemos que ahora mismo hay una corriente muy fuerte de volver a conectar con esos monstruos y vernos en lo monstruoso, y nos gusta entrar a ese juego.


Momento del rodaje.

P: Otro riesgo que han tomado ha sido el de rodar de noche, por lógica de la historia, con un resultado visual muy bueno. ¿Cómo han superado el reto de enfrentarse a la oscuridad del Campo Grande de noche para este trabajo?

R: No te puedes imaginar, la verdad, porque rodar de noche significa siempre presupuesto. Un corto profesional normalmente y rodado de noche tiene mucho más presupuesto del que hemos tenido nosotros. Entonces, ha sido todo puro ingenio del equipo. Aparte, llegábamos a las 9:00 pm al Campo Grande y, cuando amanecía, sobre las 7:00 u 8:00 am, nos íbamos para casa. Entonces, hay gente que es más diurna que lo ha pasado peor. También es verdad que llega al segundo día de rodaje y te cambia el chip y estás tan en como enfocado en lo que tienes que hacer.

P: Además, y subiendo el nivel de riesgo, también cuenta con algunos efectos especiales con un gran resultado. ¿Cómo ha sido este trabajo?

R: Más presupuesto. Todo es presupuesto. Nosotros no habíamos trabajado jamás con efectos especiales. Entonces, nos tuvimos que informar mucho. Nos pasamos meses antes de rodar preguntando un montón de gente. No pudimos tener especialista en rodaje, que normalmente eso está bien porque tienes alguien a quien consultar. Si te fijas, esos efectos especiales están hechos justo en el amanecer. Claro, ¿qué ocurre cuando lo haces justo en el amanecer? Que tienes media hora para grabar todos los planos que van a tener VFX porque si no se te va la luz. Con lo cual, fue el último que rodamos y estábamos ya todos reventados de los cuatro días de rodaje, teníamos media hora para hacer cuatro planos y no teníamos nada quien consultarle. Así que, con lo que habíamos aprendido los meses anteriores, se rodó todo. Y al final parece que hubo un buen resultado. Y el chico que luego hizo los efectos especiales es maravilloso.

P: Una vez estrenen en Seminci, ¿Qué recorrido le van a dar al corto?

R: Estamos ahora justo hablando con varias distribuidoras. Cerraremos con alguna en las próximas semanas y la idea es intentar distribuirlo entre España y el extranjero por festivales durante el tiempo útil que tienen los cortos, que es un año o dos, depende de lo bien que vaya. A día de hoy, es todo es una lotería que des con la idea correcta, con la que la gente se emocione o no se emocione, de que conecte más o menos con la sensibilidad del momento. Esperemos que vaya bien.

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