La segunda y última jornada de la III Pasarela ‘Uniendo Moda Castilla y León’ estuvo marcada por el talento de tres diseñadores que conquistaron al público con propuestas muy diferentes.

El vallisoletano Alejandro Maíllo presentó su colección ‘Albor’, una línea atemporal de vestidos de fiesta y de novia que toma como referencia la naturaleza, en especial los momentos mágicos del amanecer y el atardecer. Según explicó, su objetivo es rendir homenaje a la feminidad en todas sus facetas, ofreciendo diseños capaces de adaptarse "a todo tipo de mujer".

La propuesta se dividió en dos bloques: por un lado, los vestidos de fiesta en tonos vibrantes como el granate, el amarillo o el verde, y por otro, los trajes de novia donde predominó el blanco en múltiples matices. El juego de siluetas y la combinación de tejidos aportaron personalidad y elegancia a cada prenda, convirtiéndolas en piezas únicas.

La diseñadora vallisoletana Natacha Arranz subió a la pasarela con su ‘Blue Lake Collection’, una apuesta de alta costura sostenible inspirada en el agua y la vida marina. El azul dominó la paleta cromática de una colección en la que destacaron los efectos tridimensionales, las transparencias y las aplicaciones en 3D.

"He intentado recrear la textura de las escamas de los peces", explicó la creadora, que además presentó sombreros artesanales con guiños a las décadas de los 40 y 50. Arranz recalcó su preferencia por los tejidos naturales y la experimentación con materiales creados por ella misma, a veces combinados con técnicas innovadoras en 3D.

La burgalesa Zaira Domenech se estrenó en la pasarela tras alzarse con el Concurso de Jóvenes Diseñadores 2024. Su colección, titulada ‘Momento’, es una propuesta atemporal de uso diario que se inspira en su propio nombre —"florecida"— y en la metáfora del ciclo vital de una flor.

Sobre el escenario se pudieron ver diseños en marrón, blanco, vino y rojo, elaborados con lonetas, sargas, gasas, piel de cordero, tafetanes y ganchillo. La diseñadora explicó que la evolución de una flor, desde su nacimiento hasta su marchitez, es la esencia de esta línea.

Domenech recordó además el diseño con el que logró el premio en 2024: un abrigo oversize azul oscuro con detalles plateados y acolchados asimétricos, inspirado en las grietas del hielo y que ofrecía diferentes formas de uso gracias a sus ajustes en capucha, mangas y bajo. Una pieza que convenció al jurado y marcó el inicio de su prometedora trayectoria.