Qué habría pasado si, en alguno de esos remates de cabeza claros que tuvo el Real Valladolid, la pelota hubiese entrado. Pero no lo hizo, y el Pucela tuvo que conformarse con un 0-0 ante el Córdoba CF en el duelo de la tercera jornada en la que los locales tuvieron más empuje, más ocasiones, pero se llevaron los mismos puntos que los visitantes. Un duelo controlado en la primera mitad y más igualado en la segunda, donde hubo un gran susto corregido por el VAR.

El primer tiempo fue para los castellanos. Apoyados por su gente en Zorrilla, los de Almada arrinconaron a los andaluces en su campo. Con una presión intensa, la que acostumbra a hacer el equipo blanquivioleta, el peligro tenía un solo protagonista. Pero el gol se resistió. Lo hizo en una que pegó Biuk, algo escorado, en el minuto 6. En otra muy clara en la que Latasa ganó la batalla en el área y contactó de cabeza con el balón procedente de una falta lateral, pero el portero repelió el remate. También Amath lo probó en el 22', y de nuevo en el añadido en otra muy buena oportunidad tras pase de Meseguer, pero el disparo también fue sofocado por el meta. Y por último Chuki, para cerrar este acto, ante el que la defensa ganó la partida.

El abanico de ocasiones respondió a lo que se vivía sobre el césped, con un Real Valladolid seguro atrás (a la postre, tercera portería a cero consecutiva), concediendo muy poco, e insistente arriba, con centros laterales, metiendo empuje en el área rival. Un guion que cambió algo tras el descanso.

Y no por ocasiones, porque los vallisoletanos volvieron a tener al menos dos claras. Pero el Córdoba sí supo salir al paso de la presión, logró domar la pelota y por momentos ganar metros e igualar el pulso. Latasa, de cabeza, la tuvo en el 49' en un remate poderoso pero que no encontró portería por poco. Guilherme intervino unos minutos después con una bonita parada en un disparo peligrosísimo que buscaba la escuadra, y la encontró pero en su parte de madera tras la mano del guardameta. Esos fueron los peores minutos de los locales, en los que llegó el gol de los andaluces, uno que tras la revisión del VAR se señaló como ilegal debido a una mano previa. 

Almada refrescó a sus jugadores con la entrada de Trilli, Alani y Ponceau, quien debutaba. A partir de ahí el Pucela volvió a tener pulso y pudo marcar en un cabezazo de Tomeo, tras centro de Chuki, en el que de nuevo el portero cordobés se empleó con una gran acción para evitar el 1-0. El empuje era vallisoletano pero costaba generar acciones de peligro, más allá de la del gol anulado en un disparo de Garriel cuyo rechace recogió, en fuera de juego, Ponceau para regalar un tanto que enseguida quedó sin validez. 

Los nueve minutos de añadido fueron de corazón, de querer, pero se chocaron contra un Córdoba que minimizó errores, se refugió con acierto y dejó pasar el tiempo achicando balones que rondaban su área hasta el pitido final que certificaba ese empate. Siete de nueve para el Real Valladolid en este inicio de competición y la vista puesta en Zaragoza, donde el próximo sábado, a las 18.30 horas, comienza un nuevo tramo de este camino de 42 kilómetros.