El Real Valladolid superó este viernes (0-1) al CD Castellón en el SkyFi Castalia en un partido en el que los locales lo intentaron en más de una ocasión, pero no supieron definir ante Guilherme Fernandes que hizo una buena parada en el añadido para hacer valer el gol de Juan Miguel Latasa antes del descanso que no solo certificó la victoria, sino también el buen inicio liguero de los de Guillermo Almada, que suman seis de los seis puntos posibles.

IDA Y VUELTA CON PREMIO BLANQUIVIOLETA

El encuentro comenzó intenso. Unos querían proponer, y los otros, al ver que no podían, intentaron hacer lo mismo. El Pucela respondió las intentonas de los blanquinegros desde el principio, ya que los locales buscaban adelantarse para después poder amarrar el resultado. Sin embargo, el primer susto se lo llevó el Castellón. Un buen cabezazo de Pablo Tomeo obligó a Amir Abedzadeh a intervenir, enviando el balón a saque de esquina.

Minutos después, el Castellón parecía coger aire provocando un penalti que fue anulado por fuera de juego. Esa acción hizo despertar al Pucela que, poco a poco, fue decantando la balanza hasta el punto de que el gol se veía venir. Un gran centro de Biuk le llegó a la cabeza de Latasa que se adelantó a la defensa local para superar a Amir, que poco pudo hacer (0-1).

A partir del tanto, el Pucela tenía que haber ido a rematar a un Castellón que estaba grogui, pero nada más lejos de la realidad. Los de Johan Plat se levantaron del 'ring' antes de tiempo y se fueron en busca del empate con cierta precipitación, pero metiendo al Pucela en tres cuartos de campo. Es más, el disparo al palo de Israel Suero en el añadido fue un aviso de que el Castellón seguía vivo, teniendo en cuenta que quedaban, tanto para unos como para otros, toda la segunda mitad.

ACCIONES LOCALES SIN CONTUNDENCIA

La reanudación le sentó mejor al Castellón que al Pucela, que seguía sin creerse que estaba ganando el partido. Los locales dieron un paso hacia adelante y, en más de una ocasión, metieron el miedo en el cuerpo a los de Almada, que no parecían sufrir tanto como alguno se imaginaba. De hecho, en esos primeros compases, Guilherme desbarató sin dificultades una única intentona de Álex Calatrava, que se plantó en el área tras un desbarajuste defensivo.

Aun así, y a pesar del aparente dominio castellonense, Almada prefirió mantener en el campo a su bloque, ya que cumplió su palabra: iba a repetir la alineación, y no mintió. Es más, de esa columna vertebral, muchos salen ganando de lo que ha pasado en Castalia, como el buen rendimiento de Alejo, la constancia de Latasa, la contundencia de Tomeo o la seguridad de Guilherme, que no falló en los momentos más delicados del partido.

Con el paso de los minutos, el reloj corría en contra de un Castellón que seguía agitando la coctelera ante la tranquilidad en los cambios de Almada, que metió tres de una tacada, evitando una posible expulsión de uno de los suyos, aunque acabara uno fuera del terreno de juego, como fue su segundo, Darwin Quintana, por protestar a un Orellana Cid... tarjetero por amor al arte.

Mientras tanto, el Real Valladolid seguía por delante en el marcador. De hecho, pudo sentenciar el encuentro, pero ni Chuki ni Biuk acertaron cuando el partido así lo requería. Los blanquivioletas, por eso, sabían que el 0-1 era corto y tuvieron que solventar las acciones de peligro de su rival con más corazón que cabeza para acabar ganando un partido que refrenda las buenas sensaciones de su debut ante el Ceuta. El próximo fin de semana ante el Córdoba, los de Almada buscarán un 9 de 9 que sería, visto lo visto la temporada pasada, ilusionante.