La inauguración del nuevo carril bici del paseo Isabel la Católica, que llevará el nombre de 'Estela Domínguez', se ha materializado este martes, con un acto oficial en el que el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, acompañado de todo su equipo de Gobierno ha abierto la nueva vía ciclista de la ciudad, que vendrá a sustituir la que transitaba en paralelo de la calzada y que fue construida en el anterior mandato.

Nunca estuvo exenta de polémicas la decisión de desmantelar la anterior vía ciclista, para cuya implementación se utilizó uno de los carriles de tráfico rodado, lo que supuso el estrechamiento de la calzada. Al levantar esta estructura, el alcalde asegura que habrá más seguridad, menos atascos y menos contaminación, a lo que la oposición contesta asegurando que el nuevo carril traerá problemas entre ciclistas y peatones, y que el alcalde "miente" al hablar de atascos.

PSOE: "Un absoluto disparate"

Así, Pedro Herrero, portavoz del Grupo Municipal Socialista, no dudó en calificar el nuevo carril bici como "un absoluto disparate". En su opinión, esta decisión es "propio de quien tiene una visión retrógrada, trasnochada, quien no vive en la ciudad, no la camina, por supuesto, no la pedalea y solo la ve desde su coche oficial". Herrero enfatizó que este tipo de actuaciones "no pasa en ninguna ciudad de Europa". "Gobierne quien gobierne. No es un tema ideológico, es una cuestión de vivir en el siglo XXI", señaló.

Además, el socialista acusó al actual equipo de gobierno de tener una "mentalidad del siglo XX" y un "ganas locas de borrar todo lo hecho por el anterior equipo de gobierno", en referencia al carril bici preexistente en Isabel la Católica, que según él, era "el mejor de la ciudad con más de medio millón de usos al año que funciona perfectamente". Igualmente, Herrero desmintió la justificación de los atascos: "Mienten cuando hablan de atascos. No hay atascos en Isabel la Católica. Los atascos los han creado ellos en estos dos años que llevan en la ciudad, por toda la ciudad, con sus obras descoordinadas". Para él, la obra "no resuelve ningún problema", sino que "crean los problemas donde no lo sabía. Han gastado 2 años y casi 1 millón de euros en cargarse zonas verdes y enfrentar a peatones y ciclistas que se van a ver abocados a conflictos solamente por un capricho del señor Carnero".

VTLP: un carril "para pasear y con riesgo"

En la misma línea, reaccionaron Rocío Anguita y Jonathan Racionero, de Valladolid Toma la Palabra. Anguita fue contundente al afirmar que el nuevo trazado "se puede llamar cualquier cosa menos un carril bici con unas conexiones que no entendemos bien, pasos de cebra a la vez que carriles conviviendo peatones, bicicletas, patinetes en unos espacios muy muy pequeños". La edil subrayó que el carril anterior permitía un "transporte rápido y seguro", mientras que el nuevo será un "carril de paseo en el mejor de los casos con bastantes dificultades". Criticó los "dos años de reloj" y los "más de 800.000 euros" invertidos para un carril "que no va a servir realmente para la movilidad" y denunció el "destrozo que se ha producido en el jardín histórico de La Rosaleda y en todo este entorno del río que es protegido".

Por su parte, Jonathan Racionero destacó que el carril anterior era "seguro" porque "le restaba espacio al coche y nunca al peatón". En contraste, el nuevo carril no es "de movilidad, es un carril para pasear y encima con el riesgo añadido de que todos los pasos que tiene. Va a hacer es un riesgo inminente". Del mismo modo, alertó sobre la reducción del espacio peatonal, ya que "le ha restado casi 2 metros del paseo para la gente", lo que, en un carril bidireccional, causará problemas de espacio y posibles colisiones.

Desde VTLP también desestimaron la justificación de que un carril adicional para coches reduce la contaminación, calificándola de "negacionismo total climático", ya que "los datos objetivos dicen que los vehículos a motor son más contaminantes". Advirtieron que la medida "desincentiva el uso de la bicicleta" al no ofrecer una alternativa segura y rápida y negaron la existencia de "atascos reales" en el Paseo Isabel la Católica, calificando la obra como una "promesa electoral" a cumplir. Por último, lamentaron que se revierta la política de "sacar a los vehículos del centro", provocando que la zona "se llene otra vez de tráfico".

ASCIVA: un cruce peligroso en Poniente y 16 pasos de cebra

Por último, Roberto González, presidente de la Asamblea Ciclista de Valladolid (ASCIVA), sumó su voz a las críticas, describiendo el carril como un "despropósito" y un "gasto totalmente innecesario". Argumentó que el parque ya permitía un "uso recreativo" de la bicicleta, pero para la movilidad, un carril por la calzada es "mucho más rápido y mucho más directo".

González puso especial énfasis en el cruce desde el Puente de Poniente hasta la Plaza de Poniente, donde existe un espacio que inevitablemente tendrán que compartir ciclistas y peatones: "Lo primero que vemos aquí es que el paso ciclista entre dos puntos atravesando una arteria principal no está señalizado, lo cual demuestra mucho el interés que tiene este ayuntamiento en fomentar la movilidad ciclista". Además criticó que el nuevo carril tiene un trazado que dificulta el tránsito por él: "Tiene subidas, tiene bajadas, tiene curvas, tiene 16 pasos peatonales, con lo cual en días que haya fluencia son 16 paradas que tenemos que hacer. Por tanto, no fomenta para nada la movilidad ciclista". Considera que el millón de euros gastado es "dinero tirado". Coincide en que "no hay atascos" en la zona y que el ayuntamiento se ha declarado "ciudad Amiga del coche", fomentando la movilidad a motor en lugar de la ciclista.

Finalmente, González denunció que la obra "incumple el Plan General de Ordenación urbana" al ubicar el carril bici en el parque de la Rosaleda y no en el Paseo de Isabel la Católica, como establece el plan. Predijo que "todo el ciclista que usa la bicicleta como elemento de movilidad en la ciudad va a ir por la calzada" y advirtió que esta "acera bici" puede "fomentar que vaya mucha gente por las aceras nuevamente" por asociación, a pesar de estar prohibido.