La vallisoletana Raquel Villafañe publica su primera novela, Tres líneas de mi mano (El Lapicero Azul Ediciones, 18 euros), una obra que explora el entendimiento intercultural a través de las vidas de tres mujeres: Paula, Laura Mei y Ana. Cada una, desde contextos sociales y culturales distintos, busca reconectar con sus raíces familiares para encontrarse a sí misma.
La autora estará firmando ejemplares mañana domingo, de 12.00 a 14.30 horas, en la caseta de la Librería Papiro-La Victoria, dentro de la 58ª Feria del Libro de Valladolid.
Después de publicar en 2023 la recopilación de cuentos Relatos, al tren, y de desechar una primera novela titulada Cunas robadas, Villafañe se sumerge en un relato más ambicioso. "Quería destacar el amplio abanico de culturas y religiones que conforman España", señala, explicando que sus protagonistas proceden de Medina de Rioseco (España), Wuhan (China) y Tetuán (Marruecos).
Cada una de estas mujeres refleja el peso de la historia y las condiciones de sus países de origen, confluyendo en una misma metáfora: una sola mano, con tres líneas que representan sus trayectorias vitales.
Villafañe también reivindica la voz femenina silenciada a lo largo de la historia, con puntos de partida que van desde la Segunda República en 1932, pasando por la China de Mao en 1915, hasta el Marruecos colonial de 1941. La obra recorre transformaciones sociales como la legalización del divorcio en España, la represión durante el franquismo, y las realidades contemporáneas de la mujer, la sexualidad o la enfermedad.
En cuanto al estilo, la novela apuesta por diferentes formas narrativas: diálogos en el caso de Paula, monólogo interno con Laura Mei y una mezcla de técnicas con Ana. Este recurso busca "dinamismo y múltiples perspectivas", para mantener la atención del lector hasta el final.
Villafañe reconoce que enfrentarse al género novelístico ha supuesto un reto. "Te cuesta convertir en palabras tus ideas, porque una cosa es pensarlas y otra muy distinta es que, al releerlas, realmente digan lo que querías expresar".
El resultado es una novela donde los personajes son el eje central, envueltos en contextos históricos y sociales reales. Villafañe la define como "una novela amable, fácil de leer y con una estructura original". Y concluye: "Merece la pena leerla, porque siempre se aprende algo".