Hartazgo, desesperación e, incluso, impotencia. Así se muestran más de 50 vecinos de Los Santos-Pilarica que llevan un mes sin ascensor, aunque fue el pasado 14 de mayo la última inspección "desfavorable" de la Junta de Castilla y León, tal y como notificó la misma a los residentes a través de su Consejería de Industria, Comercio y Empleo.

Es más, les advirtieron que "esta instalación debe permanecer fuera de servicio por deficiencias muy graves". Ese mensaje, en concreto, es el que se mantiene dos semanas después cada vez que un vecino abre la puerta de la calle Satélite, 7 o de la calle Satélite, 11. Ambos edificios, aunque todos pertenezcan a una única comunidad, sufren las consecuencias de tener que bajar, en algún caso, desde el ático (sexta planta) hasta el -2, donde está el garaje, con todo lo que eso conlleva.

De ahí que los vecinos estén cansados de la situación desde que la empresa TKE Valladolid les dijera que lo único que le hace falta, de momento, al ascensor es cambiar la polea porque la actual está deteriorada. Y así, según estos vecinos, llevan meses y meses detrás de estos técnicos sin recibir respuesta por parte de los mismos o, mejor dicho, sin solucionar el problema porque "las buenas palabras se las lleva el viento".

A partir de ese momento, y ya prácticamente a la desesperada, parte del vecindario se quiso poner en contacto con TRIBUNA para denunciar públicamente lo que les pasa. De hecho, creen que el ascensor no funciona por la "dejadez" y "negligencia" de la mencionada empresa que, aunque en otros portales ha podido poner en funcionamiento a los ascensores, en estos dos casos generan un malestar que no les permite a los vecinos vivir en condiciones. Algunos, incluso, tienen que bajar a su bebé recién nacido en brazos porque con el carrito, al ser tantas escaleras, es imposible hacerlo. Otros, por ejemplo, necesitan la ayuda de una segunda o tercera persona porque, con su silla de ruedas, no pueden acceder a su vivienda, tal y como estaba haciendo habitualmente.

"Llevamos, desde octubre, con muchos problemas. Cumplimos 15 años viviendo en estos pisos y el ascensor, en todos los portales, ha dado verdaderos quebraderos de cabeza. En este último caso, nos dijeron que les faltaba una pieza. Les solicitamos que la pidieran porque es otra empresa externa la que las fabrica. En octubre, pedimos por primera vez la pieza, que es una polea. Ellos pensaban que las cosas iban a salir bien, pero no nos han dado una solución, al menos una solución práctica, porque la teoría la sabemos todos...", asegura Virginia, que atiende a este periódico, junto a Pepe, el presidente de la Comunidad.

Son varias las veces que se han reunido con los responsables e, incluso, algún vecino, a diario, pone reseñas a la empresa para que la gente sea consciente de la situación que están sufriendo. "Nos dicen que lo están mirando, que no nos preocupemos... y nunca cumplen. Al parecer, están buscando la pieza y están trabajando en ello. Es surrealista", manifiestan ambos vecinos.

El propio Pepe les escribió una carta a través de un correo electrónico, donde expone que "los ascensores están más tiempo parados que funcionando". "Desde octubre se ha estado instando a estas dos personas (responsables de la zona en la empresa) que nos envíen un presupuesto sobre las obras a realizar. Nos enviaron el presupuesto, pero con la dirección equivocada. Hay personas de movilidad reducida, niños, y personas de edad avanzada subiendo y bajando escaleras con compra, cochecitos... Aparte de estas circunstancias, denunciamos la falta de información por parte de la empresa y de compromiso para arreglar los ascensores", añadió el presidente en el escrito.

Y no solo es eso. Estos vecinos han trasladado, una y otra vez, a la empresa que se hacían cargo del coste de las piezas indicadas. Es más, tenían pensado pagar una cantidad cercana a los 23.000 euros en un solo plazo para que la empresa no tuviera problemas en dividir el pago y, de esta forma, garantizar y asegurar que el ascensor volviera a funcionar. La Junta de Castilla y León, al ver que los problemas no cesaban, amplió el plazo a la empresa TKE Valladolid para su arreglo e, incluso, un mes después de que cerrara los plazos, la situación seguía igual. Es decir, sin que los ascensores tuvieran las añoradas poleas.

"Cada vez que venían a otros portales a arreglar los ascensores, les decíamos que necesitábamos las poleas. Sabemos que ya lo sabían, pero no queríamos que lo dejaran pasar, aunque al final lo hayan hecho. No hemos parado, en ningún momento, en tratar de solucionar el problema, pero nos hemos encontrado con promesas incumplidas", reitera un presidente que, junto a Virginia, no descarta abrir la vía judicial si TKE Valladolid no soluciona los desperfectos que generan que el ascensor no pasara la inspección, algo imprescindible para que los vecinos puedan, por fin, recuperar la normalidad.