El Atlético Valladolid sigue haciendo historia en Huerta del Rey. Este domingo, los gladiadores azules sumaron un valioso empate ante el potente Irudek Bidasoa Irun (25-25), segundo clasificado de la Liga Plenitude, y prolongaron su impresionante racha como locales: 15 meses sin conocer la derrota en su pista. A falta de un solo partido en casa, están a un paso de completar una temporada entera invictos en su feudo.

El encuentro fue un auténtico pulso de alto voltaje, con defensas férreas y grandes actuaciones bajo palos que se impusieron a los ataques. El cuadro pucelano llegó a tener una ventaja de cinco goles, pero un arrollador parcial de 0-6 del Bidasoa en los últimos ocho minutos estuvo a punto de arrebatarle el triunfo. Solo un tanto salvador de Dime Dimitrioski a siete segundos del final evitó la derrota y rescató un punto ante una afición entregada.

El choque se presentó igualado desde el inicio, con un Recoletas algo atascado en los primeros compases, tardando cinco minutos en inaugurar su marcador. Pero la solidez defensiva y las paradas de César Pérez dieron seguridad a los locales, que encontraron en las transiciones rápidas su mejor arma. El ataque fue ganando ritmo, especialmente con la aparición de Álvaro Martínez en los seis metros.

Una acción clave se produjo cerca del descanso, cuando Dariel García vio la tarjeta roja tras una acción con Alejandro Pisonero. Esto debilitó a los visitantes y permitió al Recoletas alcanzar su máxima renta del primer tiempo (+4). Al descanso, los pucelanos mandaban por 13-10, con un César colosal bajo palos (9 paradas).

En la segunda mitad, el Bidasoa salió con más intensidad, apostando por el contraataque y un ritmo vertiginoso. A pesar de los ajustes en la portería local, el conjunto guipuzcoano se acercó peligrosamente en el marcador (17-16, min. 38). El encuentro entró en una fase de máxima tensión, con defensas muy cerradas y escasa fluidez ofensiva en juego posicional.

El Recoletas volvió a escaparse (24-19, min. 50) gracias a un gran gol de Miguel Martínez y a una parada crucial de Juan Bar desde los siete metros. Sin embargo, el técnico visitante, Álex Mozas, reaccionó con un tiempo muerto decisivo. Cambió a una defensa abierta y apostó por el ataque en superioridad (7 contra 6), lo que dio sus frutos con un parcial demoledor que puso al Bidasoa por delante (24-25) a falta de un minuto.

Pero cuando todo parecía perdido, emergió Dimitrioski con un gol clave desde el extremo. En la última jugada, el propio macedonio cortó el avance de Rodrigo Salinas y el lanzamiento final de Tito Díaz desde 12 metros se estrelló contra la barrera. Final dramático y justo reparto de puntos entre dos equipos que ofrecieron un espectáculo de alto nivel.

Con este empate, el Recoletas queda a un solo partido de cerrar una temporada completa invicto en casa. La última cita será el 1 de junio frente a Bathco Torrelavega. Pase lo que pase, Huerta del Rey ya es uno de los escenarios más temidos del balonmano nacional.