"La temporada ha sido catastrófica". Así de contundente fue Lorenzo Alonso Nistal, presidente del UEMC Real Valladolid Baloncesto, al hacer balance este jueves de una campaña que se ha saldado con el descenso a Segunda FEB. Acompañado por la responsabilidad del cargo, el mandatario no eludió su culpa: "El máximo responsable de que el Club haya terminado en una categoría de descenso soy yo", afirmó, antes de anunciar que tanto él como su Junta Directiva dan un paso al lado para abrir un nuevo proceso de elección, aunque sin abandonar el proyecto.

En una comparecencia extensa y cargada de autocrítica, Alonso explicó que el Club trabaja ya en un presupuesto para competir en Segunda FEB, con el objetivo de regresar "en el menor tiempo posible" a la Primera FEB. "El presupuesto es asequible y podemos afrontarlo con garantías", señaló. La reducción será drástica: el nuevo gasto previsto rondará el 50% del actual, aunque los ingresos podrían mantenerse algo por encima.

Pese a su retirada como candidato a presidir el Club, Alonso no descarta continuar si nadie más da el paso: "Solo me plantearía presentarme si ninguno de los 16 socios considera que puede optar a la presidencia. Lo que no debemos hacer nunca es dejar al Club", advirtió. En cualquier caso, aseguró que seguirá colaborando en el día a día desde la gestión.

Sobre la delicada situación financiera, el presidente detalló que la necesidad inmediata de tesorería ronda los 250.000 euros y que existe una deuda con el Real Valladolid CF de 70.000 euros, asumida en forma de préstamo en el último convenio. Aun así, defendió la viabilidad del proyecto: "El Club es viable porque gran parte de la deuda está cubierta por aportaciones personales de miembros de la Directiva".

Alonso subrayó también el valor estructural de la entidad más allá del primer equipo: "Tenemos 2.000 abonados, 38 entrenadores, 200 familias en cantera y escuela y casi con toda seguridad contaremos el próximo año con una sección femenina". De ahí que insistiera en que "el Club no es solo el equipo profesional", y que hay una base sólida que debe continuar.

En cuanto a la estructura directiva y técnica, no se descartan ajustes. "Tenemos que dejar la estructura con los costes que pueda soportar el presupuesto", admitió. Las figuras del director deportivo y director general siguen en el aire, aunque recalcó que "en estas semanas, la figura del director general es indispensable" para la transición.

Por último, el presidente defendió la implicación y el compromiso de los actuales dirigentes, y dejó claro que la entrada de nuevos socios está abierta, "siempre que aporten trabajo y actividad", más allá de la aportación económica. "Necesitamos manos", concluyó. El Club, aunque tocado, busca recomponerse con una base más sólida y un regreso rápido a la categoría perdida.