La vergonzosa goleada sufrida por el Real Valladolid ante el Athletic Club (7-1) en San Mamés ha desatado una ola de indignación sin precedentes entre la afición blanquivioleta. La pésima imagen mostrada por el equipo, colista de Primera División y sin señales de reacción, ha llevado a la Federación de Peñas del Real Valladolid a emitir un contundente comunicado en redes sociales en el que exigen medidas inmediatas.

"La situación del club es más que crítica siendo colistas de la Primera División, pero esto va más allá; ya no se trata de ganar, empatar o perder, ni tan siquiera de salvar la categoría, sino de al menos saltar al césped y COMPETIR", expresa el comunicado, evidenciando la desesperación de una afición que ve cómo su equipo se hunde sin mostrar signos de lucha.

El escrito también resalta el esfuerzo y la ilusión de los casi 600 aficionados del Real Valladolid que viajaron hasta Bilbao para apoyar a su equipo, llenando en apenas dos minutos la zona visitante de San Mamés. "Una vez más, la afición respondió en el día de hoy dándose cita en la zona visitante de San Mamés, casi 600 aficionados pucelanos que compraron su entrada [...] con toda la ilusión y de manera incondicional", señala el comunicado. Sin embargo, estos seguidores tuvieron que presenciar un auténtico desastre y "la humillación de recibir 7 goles (pudieron ser muchos más) junto con una imagen de equipo sin alma y sin un mínimo de competitividad exigible en el fútbol profesional".

Ante esta situación, la Federación de Peñas ha elevado una exigencia clara: la devolución del dinero de las entradas a los aficionados desplazados, costeada íntegramente por los jugadores de la actual plantilla. "Dicha solicitud entendemos que está sobradamente justificada, ya que el daño a la imagen de nuestra historia, así como el daño que se puede causar a la masa social (la más alta de la historia), puede ser irreparable y no basta con perdones vacíos, sino con acciones propias de jugadores profesionales".

A falta de trece jornadas para el final de la temporada, la afición ha dicho "basta".