El Real Valladolid Baloncesto, actualmente en la decimocuarta posición con 23 puntos, se enfrenta este sábado, 1 de febrero a las 18.30 horas, al Obradoiro, séptimo clasificado con 26 puntos, en el Multiusos Fontes do Sar de Santiago de Compostela. El conjunto dirigido por Iñaki Martín llega con la moral en alza tras encadenar dos victorias consecutivas frente a Castelló y Morón. 

El técnico ha aprovechado las dos semanas de parón "para recuperar jugadores y afianzar las cosas que habíamos introducido". "Esta semana ya he metido cosas nuevas, poco a poco lo iremos viendo porque no es pretemporada, no puedo tener automatizadas las cosas y tenemos que preparar un partido contra Obradoiro, pero poco a poco lo vamos dando forma", señaló Martín. 

Respecto a la plantilla, el entrenador se muestra satisfecho: "Estoy muy contento con ellos. Cuando se me fichó se me expuso que, de momento, no era posible ninguna incorporación. Me subí en marcha al carro y estoy contento con los jugadores. A partir de ahora veremos posibles urgencias que puedan surgir y de cara a proteger ciertas posiciones". 

Aunque el equipo ha logrado dos victorias desde su llegada, Martín atribuye parte del mérito al trabajo previo: "No me creo tan presuntuoso y tan buen entrenador de pensar que en tres días cambia el equipo. Es un trabajo previo de Lolo Encinas y del staff que me ayuda a subir en marcha. He cambiado cosas, simplificado, puesto otras que nos están dando resultado y veremos a ver ahora. Lo que queríamos era recuperar la identidad en casa". 

De cara al enfrentamiento contra Obradoiro, el entrenador es consciente de la dificultad: "Haríamos muy mal de mirar más lejos del partido que tenemos. Si empezamos a ponernos objetivos... Los playoffs son posibles, pero no son reales. Ahora mismo tenemos que ir partido a partido, ganarnos ese derecho de estar en la zona media de la tabla y veremos contra Obradoiro". 

El técnico espera un partido en el que su equipo logre incomodar al rival: "Un partido en el cual no estén cómodos ellos. Porque es un equipo que, si juegan cómodos, tienen el talento y la calidad para destrozarte en 5 minutos. Si abrimos el campo y llevamos el partido a tener opciones en el último periodo, ahí cualquiera puede ganar y a ellos les pueden entrar las dudas".