Contento, agradecido y consciente de que, a estas alturas de competición, cada partido es trascendente. Jordi Masip compareció en sala de prensa primero para subrayar el trabajo del cuerpo médico, profesionales que le han ayudado a acortar plazos y estar listo en el menor tiempo posible, y después para mostrar ambición de cara a esta jornada 29 y la visita al campo del Villarreal.

"Estoy muy contento por mi vuelta y me gustaría dar las gracias al servicio médico por lo bien que me han cuidado" arrancó el capitán del Real Valladolid, quien asumió que "cada vez quedan menos jornadas, cada partido cuenta y necesitamos sacar puntos". Para ello, "partido a partido" y ahora con el foco puesto en el conjunto de Castellón, un rival en buen momento y complicado pero "tenemos nuestras armas y podemos hacerles daño". Para ganar, las claves que aportó el portero son "ser muy sólidos y solidarios, si tenemos alguna ocasión aprovecharla y que ellos nos creen las menos oportunidades posibles, tienen grandes jugadores y hay que estar concentrados hasta el minuto 100".

El catalán, que se sintió bien en su vuelta a la competición y cuya primera acción le dio confianza, de las dos de mérito casi consecutivas que hizo en la primera mitad ante el Mallorca, reconoció que este tiempo viendo los partidos desde la grada "lo he pasado fatal, nunca me había lesionado tanto tiempo en Valladolid y ha sido duro, me ha costado y eso que cuando estás fuera lo intentas afrontar de otra manera". No obstante, afirmó que "tengo confianza infitina en el grupo, quedan 10 jornadas y podemos sacar esto adelante".