Talleres de reparación de automóviles y economía sumergida
Talleres de reparación de automóviles y economía sumergida
Manifiesta la Asociación Abulense de Empresarios de Reparación de Automóviles, que el aumento de talleres ilegales podría estar detrás de la reducción de actividad del sector que ronda el 15 por ciento con respecto a otros años.
Como si esto fuera nuevo, los talleres clandestinos y el currante que caja de herramientas en mano se dedica a reparar coches en la calle o en el garaje del cliente o en el propio, existen desde tiempos inmemoriales, y no digamos los talleres que no emiten factura de todos los trabajos que realizan, de todas formas no es una práctica exclusiva de un solo sector, está bastante extendida pero tampoco podemos decir que lo haga todo el mundo, aunque si son todos los que están dentro de la legalidad los que soportan la competencia desleal y no todos aguantan sin caer en la tentación de defenderse defraudando.
Es seguro que tal como dicen en la asociación, la actividad clandestina se ha agudizado con la crisis, además el coche es conjuntamente con la vivienda el bien más codiciado por los españoles, se renuncia a lo que sea, pero no al coche, además el español suele ser bastante fiel a una marca, a un taller e incluso a una persona dentro del taller habitual, así que si un día te presentas en el taller preguntas por Eduardo y te dicen que ya no está, que con esto de la crisis ha habido reducción de plantilla y le ha tocado a él, y además después te enteras que Eduardo se dedica a hacer favores a los amigos y conocidos por una pequeña aportación, unido a que los talleres no son precisamente baratos, la hora sale a precio de azafrán y además los repuestos los trabajan con bastante margen porque puedes adquirirlos por internet con descuentos de hasta un 50%, y no digamos si compras la pieza en un desguace, que total si el coche es viejo para que le vas a poner una pieza nueva, y la crisis no te permite comprar otro, pues ya tenemos el coctel ideal para el florecimiento y auge de la actividad ilegal, así que señores de la actividad de reparación de automóviles, lo tienen Vds. un poco chungo, consuélense si quieren pensando que no son los únicos. Estoy totalmente de acuerdo en que denuncien la situación, al final es el resultado de que algo no funciona bien, y por supuesto también estoy de acuerdo en que el servicio recibido por alguien que cumple la ley ofrece como mínimo, una mayor confianza que la de aquel que actúa en plan pirata, así que paciencia y a esperar que la crisis amaine y a todos nos vaya mejor.
Apelar a la conciencia de buen ciudadano para exigir factura por la reparación del coche, imposible, la gente no está de humor para esas cosas, por el coche pagas cuando le compras, cuando le vendes, por circular, por estacionar, por la autopista, por la ITV, por la gasolina, por el seguro, te fríen a multas en cuanto te descuidas, te quitan puntos para cepillarte el carnet y tengas que gastarte más dinero en la autoescuela, así que fíjate con que entusiasmo pagas el IVA del taller si no te puedes librar.
Aunque mezclar alcaldes con talleres de coches es como mezclar churras con merinas, ayer leí una noticia y no me resisto a hacer un comentario aunque no venga a cuento, y es que el alcalde de Bilbao, Sr. Azkuna, no retirará los cuadros de la época franquista del Ayuntamiento, me parece que es una respuesta apropiada a una petición absurda, si en los retratos está alguien responsable del fusilamiento de su abuelo, como dice alguno, ¿a estas alturas que mas da?, si ya estará criando malvas, además todos no serían malos. Si no fuera
por la mala leche y de quien viene, sería una petición además de tonta desafortunada, la historia hay que recordarla, incluso los episodios nefastos para tratar de evitar que se repitan. A este paso algunos acabarán pidiendo la destrucción de todos los retratos de los Reyes Católicos porque también armaron alguna que otra escabechina. Muy bien por Vd. Sr. Azkuna, reconforta saber que hay políticos con cabeza sin importar el color del partido al que pertenezcan. ¡Ah! Y doy por supuesto que si se hubiese pedido la retirada de cuadros republicanos, la respuesta hubiera sido la misma.