El Real Valladolid afronta el inicio de una nueva etapa institucional con una importante carga financiera. Así lo reconocieron los copresidentes del club, Gabriel Solares y Enrique Uruñuela, tras la celebración de la Junta General Ordinaria de Accionistas, en la que quedó definido el nuevo Consejo de Administración blanquivioleta y se expusieron en detalle las cuentas de la entidad.

Durante su comparecencia ante los medios, los dirigentes desgranaron las cifras económicas correspondientes a la temporada 2025-26, poniendo el acento en una deuda que, según explicaron, supera los 50 millones de euros "incluyendo partidas virtuales". En concreto, detallaron que alrededor de 28 millones de euros corresponden a los préstamos vinculados al acuerdo con CVC, a los que se suman otros cuatro millones en impuestos diferidos que, matizaron, "no son cuestiones por pagar", aunque sí computan en el balance global.

En cuanto al presupuesto aprobado, Solares y Uruñuela indicaron que se sitúa "en poco menos de 30 millones de euros", sustentado en una cifra neta de negocio de 15,4 millones. A esta cantidad se añaden 11,8 millones de euros procedentes de la ayuda al descenso y una provisión de 3,8 millones por beneficios derivados de traspasos de jugadores. Para esta misma temporada, la previsión de ingresos totales se eleva a "poco más de 15 millones de euros", mientras que el coste de plantilla aprobado por LaLiga supera ligeramente los dos millones.

Las cuentas presentadas y aprobadas en la Junta reflejan además un balance negativo de 1.092.180 euros. Según explicaron los copresidentes, este resultado adverso se debe principalmente a "una disminución del pago de derechos de LaLiga por el mercado de Asia", asegurando que, de no haberse producido esta circunstancia, el ejercicio "habría ido aproximadamente a cero".

Pese al contexto económico, Solares y Uruñuela insistieron en que el objetivo del club pasa por formar un Real Valladolid más fuerte, uniendo talento, decisiones y compromiso, una hoja de ruta que, aseguraron, marcará la gestión del nuevo Consejo de Administración. En este nuevo órgano de gobierno estarán acompañados por Ben Oldman como persona jurídica, con Isaac Benzaquén como representante. La secretaría del Consejo recaerá en un miembro del bufete Garrigues, que asumirá la representación jurídica de la entidad.