Éxito rotundo y lleno absoluto. Qué más se puede pedir. Bodegas Emilio Moro demostró este jueves su poderío y poder de convocatoria y llevó a cabo un evento en directo con ponentes de primer nivel y vallisoletanos en un abarrotado salón de actos del Museo Patio Herreriano. Con el periodista Adrián Rodríguez como maestro de ceremonias, la plataforma audiovisual de la reconocible marca saltó de las redes sociales y, 'A un vino de distancia', contó con la participación y presencia de Lara Vallejo, escritora vallisoletana y estudiante de Filología Hispánica en la Universidad de Valladolid; José Ángel Zapatero, presidente del Gremio de Editores de Castilla y León; y Laura de la Cruz, diseñadora gráfica y creadora de contenido a través de 'La Pelirroja que más Mola'.

Los tres se atrevieron a contar sus inicios, y echaron la vista atrás para revelar a los asistentes cómo fue dar el paso para dedicarse a la literatura. Esas primeras aventuras los llevaron a "conectar conceptos", como dijo Lara, o a "encontrar una perla en una ostra", como confesó José Ángel. Laura, por su parte, con experiencia en el mundo del diseño, puso de manifiesto que, aunque no se puede juzgar a un libro por su portada o un vino por su etiqueta, todos los detalles son importantes a la hora de compartir y degustar algo diferente. Es más, los tres revelaron sus publicaciones y trabajos más especiales, destacando libros para leer estas navidades como el admirado '100 años de soledad', de Gabriel García Márquez, o el 'Asesinato en el Orient Express', de Agatha Christie.

La segunda ponencia de la tarde la protagonizaron Teo Rodríguez, chef del restaurante Trasto y ganador del mejor pincho del mundo en 2024; Miguel Ángel de la Cruz, chef de La Botica de Matapozuelos y ganador del premio Sostenibilidad en Madrid Fusión 2025; y Silvia Ortuñez, ganadora del premio Mejor Sumiller del Año 2024 por los Premios Verema y catadora en Grupo Gourmets, en la parte gastronómica. Los tres, como los anteriores ponentes, recordaron sus primeros pasos en el sector culinario, haciendo hincapié en el camino recorrido hasta convertirse en referentes. A Miguel Ángel, por ejemplo, no se le olvidan aquellas malogradas natillas, y Teo, de hecho, se puso su primer mandil "sin saber freír un huevo". El caso de Silvia fue diferente porque, a pesar de que dio el paso de manera obligada por tradición familiar, su gran desempeño le ha llevado a catar, al año, más de 4.000 vinos. "Soy una afortunada", aseguró entre risas.

Los asistentes, con el paso de los minutos, disfrutaban cada vez más de una ponencia que acabó tras el turno de preguntas, alguna picante con MasterChef como protagonista, entre, yogures, escabeches y arroces con leche que, de alguna manera, pusieron el broche de oro al estreno de 'A un vino de distancia', cuya puesta en escena augura "equilibrio", requisito indispensable si uno quiere tomarse una buena copa.