El UEMC Baloncesto Valladolid encajó este fin de semana su primera derrota de la temporada en liga tras verse superado por un Clínica Ponferrada SDP que firmó una sobresaliente segunda parte, cimentada en un acierto exterior devastador. El conjunto berciano, sólido y constante tras el descanso, desarmó a un rival que terminó naufragando desde el triple en su jornada más gris del curso.

El encuentro comenzó con energía local. Ponferrada impuso su ritmo en los compases iniciales, encontrando vías de anotación cómodas en la pintura para situar un primer parcial de 8-2. Sin embargo, la reacción vallisoletana no tardó en llegar. De la mano de un inspirado Pau Isern, que volvió a dirigir con criterio y temple, los visitantes fueron asentándose hasta equilibrar la balanza. La mayor renta local, de ocho puntos (14-6), fue reducida conforme el ritmo de los de David Barrio se aceleraba. El primer triple pucelano, obra de Isaac 'Ice' Haney, confirmó la remontada y cerró un primer cuarto lleno de alternativas.

El UEMC Valladolid trasladó su buen momento al inicio del segundo periodo. La actividad defensiva y las transiciones rápidas obligaron a Oriol Pozo a detener el partido tras solo dos minutos, con un parcial de 5-0 que ponía el 23-28 en el marcador. La contundencia física de Jacob Hanna, incisivo hacia el aro y certero desde la línea de personal, unida a un 2+1 de Iñaki Ordóñez, estiró la distancia hasta los ocho puntos (23-31). Pero Ponferrada resistió. A través del juego interior de Hayes consiguió mantenerse en partido y evitar que los pucelanos rompieran el encuentro.

Al filo del descanso llegó la respuesta berciana. Varias pérdidas visitantes provocaron una remontada local que obligó a Barrio a pedir tiempo muerto con solo dos puntos de margen (36-38). La inercia favoreció a Ponferrada, que llegó a ponerse tres arriba, aunque dos acciones consecutivas de Hanna devolvieron mínimamente la ventaja a Valladolid al término del segundo cuarto (41-42).

El descanso trajo consigo un cambio radical. Clínica Ponferrada ajustó el punto de mira y desató un vendaval desde el perímetro. Tres triples casi consecutivos voltearon el marcador y dieron paso a un dominio claro del partido por parte de los locales. Además, las faltas penalizaron pronto al UEMC Valladolid, enviando al bonus a los bercianos con cuatro minutos aún por jugar en el tercer periodo (56-50).

Mientras el acierto de Ponferrada crecía, el aro se hacía más pequeño para los vallisoletanos. Sin respuesta exterior y cada vez más desbordados atrás, los visitantes solicitaron un nuevo tiempo muerto (63-55) que no cambió la dinámica. Dos triples adicionales elevaron a 13 puntos la diferencia al cierre del cuarto (70-57), un golpe del que los de Barrio ya no se recuperarían.

El último acto confirmó el desplome ofensivo del UEMC Valladolid. Triples que escupía el aro, bandejas que se salían y tiros libres que no encontraban destino dibujaron un inicio de cuarto desesperante para los visitantes. Ponferrada, en cambio, mantuvo un nivel defensivo altísimo, aceleró en ataque y dejó la distancia en un abismo con cinco minutos por jugar (79-58).

El tramo final, con el partido decidido, se desarrolló sin sobresaltos. La renta, cercana a los veinte puntos, permitió a los bercianos administrar el cierre sin complicaciones para sellar un contundente 89-67.