El fallecimiento de Diego Quiles Navarro, cofundador de Kelme, ha devuelto a la actualidad a una de las marcas deportivas más emblemáticas del deporte español. Su inconfundible logotipo de la garra dejó huella en hitos como la Séptima Copa de Europa del Real Madrid en 1998, los Juegos Olímpicos de Barcelona ‘92 o el Wimbledon conquistado por Conchita Martínez en 1994.

Nacida en Elche en 1977, fruto del impulso de los hermanos Diego y José Quiles, Kelme surgió de una pequeña empresa de calzado llamada Quelme, nombre que decidieron modificar para dotarla de mayor fuerza comercial. Pronto, la firma ilicitana dejó de fabricar zapatos de vestir para centrarse en un nicho entonces emergente en España: el calzado y la ropa deportiva.

Durante los años 80, coincidiendo con el auge del deporte amateur, Kelme creció hasta convertirse en un símbolo nacional. Su equipo ciclista profesional, impulsado por Pepe Quiles, fue una de las grandes plataformas de promoción. En sus filas compitieron nombres como Vicente Belda, Fabio Parra, Fernando Escartín, Roberto Heras o Alejandro Valverde, protagonistas de gestas que llevaron la garra de Kelme a lo más alto del ciclismo internacional.

De la gloria olímpica a vestir al Real Madrid

El gran salto mediático llegó en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, cuando Kelme vistió al Equipo Olímpico Español. Aquellas equipaciones, presentes en imágenes icónicas como las victorias de Fermín Cacho o los triunfos de los equipos de hockey y fútbol, consolidaron la identidad de la marca.

Pocos años después, Kelme entró en la historia del fútbol al ser la firma que acompañó al Real Madrid en su conquista de la Champions League de 1998, rompiendo una sequía de 32 años. Esa camiseta blanca con la garra en el pecho es hoy una pieza de coleccionista. También figuras como Raúl González, Mijatovic, Jordi Villacampa o Pep Guardiola fueron imagen de la marca en los noventa, una época de expansión y prestigio para la empresa ilicitana.

Crisis, renacimiento y nueva era global

Sin embargo, a principios de los 2000, las dificultades financieras comenzaron a golpear a Kelme. Las inversiones en Europa del Este para reducir costes no dieron los resultados esperados y la Generalitat Valenciana tuvo que intervenir en 2008 para evitar su desaparición.

El punto de inflexión llegó en 2014, cuando el fabricante chino Jinjiang Yuanxiang Garments Weaving Co. adquirió la mayoría del capital, iniciando una etapa de reconstrucción y expansión internacional. Desde entonces, la marca ha recuperado presencia en el mercado y en la actualidad patrocina al RCD Espanyol, para el que ha diseñado una camiseta conmemorativa por su 125 aniversario en los colores originales del club: amarillo y negro.

Incluso en Inglaterra, el Watford FC ha rendido homenaje al legado de Kelme con una equipación especial dedicada a Elton John, con la frase 'How wonderful life is while you’re in the world' inscrita en su parte posterior.

Una huella imborrable

En su despedida, la compañía ha recordado a Diego Quiles como un "visionario que cambió la forma de entender el deporte y la empresa en España".

Hoy, más de cuatro décadas después de su fundación, Kelme sigue siendo una marca con historia, alma y propósito, símbolo del espíritu emprendedor de Elche y del valor del deporte como motor de identidad y superación.