La Policía Nacional ha detenido en Valladolid a un hombre como presunto autor de los delitos de allanamiento de morada y coacciones, después de intentar desalojar por la fuerza a los tres inquilinos de su vivienda sin orden judicial. Los hechos ocurrieron el pasado sábado 2 de agosto, en un domicilio de la calle Aaiún, cuando el propietario accedió al piso, acompañado de su hermano, y comenzó a retirar las pertenencias de los inquilinos de sus habitaciones.

Los agentes fueron alertados a través del CIMACC 091 a las 16:35 horas, tras recibirse una llamada por un posible conflicto de convivencia. Una vez en el lugar, los inquilinos explicaron que el propietario había accedido a la vivienda sin autorización e intentado echarlos. Una de las inquilinas, que se encontraba fuera en ese momento, regresó y encontró su habitación revuelta, con gran parte de sus objetos personales esparcidos por el pasillo. Otro inquilino sorprendió al casero dentro de su habitación, y una tercera inquilina relató que, al tratar de impedir el acceso, fue agredida con varios puñetazos, aunque no requirió asistencia médica.

Los afectados también denunciaron que el propietario les había cortado la luz días atrás y que ese mismo día cortó el suministro de agua, algo que los agentes pudieron comprobar: el contador de agua estaba desmontado y no había servicios básicos en el inmueble.

Entrevistado por la policía, el propietario admitió que no existe contrato formal de arrendamiento con los tres inquilinos, y justificó su actuación asegurando que no le pagaban lo suficiente y quería que abandonaran la vivienda. Uno de los residentes mostró los recibos de pago mensual, y los otros dos también aseguraron disponer de justificantes.

Ante estos hechos y la intención de los inquilinos de presentar denuncia, los agentes procedieron a la detención del propietario, quien fue informado de sus derechos y trasladado a dependencias policiales. Posteriormente, fue puesto a disposición de la Autoridad Judicial, que decretó su libertad con cargos hasta la celebración del juicio correspondiente.