La Diputación de Valladolid creará una nueva línea de ayudas, que se incluirá en el presupuesto de 2026, para apoyar a los municipios afectados por los daños provocados por la fuerte tormenta registrada el pasado 4 de julio. Así lo anunció hoy el presidente de la institución provincial, Conrado Íscar, tras una reunión de trabajo con los alcaldes de Bocos de Duero, Medina del Campo, Peñafiel, Rueda y Villanubla.

Durante el encuentro, los regidores municipales destacaron el trabajo realizado por los efectivos del Servicio de Extinción de Incendios de la Diputación, que atendieron un total de 47 avisos y desarrollaron labores de achique, limpieza y asistencia vecinal durante toda la noche y el día siguiente a la tromba de agua.

Los alcaldes señalaron los daños graves en caminos rurales, que dificultan las actividades agrícolas y ganaderas, y solicitaron apoyo institucional para su reparación. En este sentido, Conrado Íscar recalcó que "la ayuda es necesaria y la Diputación tiene que estar al lado de los alcaldes y sus vecinos, sobre todo en momentos como este".

Además, los responsables municipales pidieron una mejor difusión de los protocolos de actuación ante tormentas para optimizar la respuesta en futuras emergencias. La Diputación recordó que estos protocolos ya están elaborados y se difundieron recientemente en un curso organizado por la Agencia de Protección Civil y Emergencias de la Junta de Castilla y León.

Finalmente, el presidente reiteró el respaldo de la institución provincial a la posible declaración de Zona Catastrófica para los municipios más afectados, en coordinación con la Junta de Castilla y León, y afirmó que continuarán trabajando conjuntamente para canalizar los recursos necesarios hacia las localidades damnificadas.