El Ayuntamiento de Valladolid dará, o eso espera, un paso hacia adelante antes de que acabe este mes de junio respecto a la reforma y mejora de la zona del 29 de octubre que tantos quebraderos de cabeza dio al anterior equipo de Gobierno y, por ende, también al actual. El Consistorio ultima los detalles del expediente correspondiente para llevar a cabo la licitación de las obras de reforma de diez bloques, incluidos en esta fase del proyecto, ubicados en la calle Pavo Real.

El concejal de Urbanismo, Nacho Zarandona, recuerda, en declaraciones a TRIBUNA, que heredaron un "fracaso estrepitoso" derivado de la gestión de Valladolid Toma La Palabra, que era la formación, con Manuel Saravia al frente, responsable de las obras al ser el exteniente de alcalde de Óscar Puente el predecesor de Zarandona en el cargo. "Las obras, como puedes comprobar, no se encuentran en el mejor de los estados. Alguna licitación quedó desierta y dejaron cuatro bloques peor de lo que ya estaban. Tuvimos que retomarlo todo", aclara el edil.

En este sentido, asegura que tuvieron que actualizar los precios y solucionar los problemas de la mano de PajarillosEduca y Clece "que están haciendo una gran labor para formar comunidades de vecinos en los bloques". Gracias a esa determinación a la hora de apostar por el proyecto, según Zarandona, las obras avanzan "en los cuatro bloques inconclusos", donde, en "menos de cuatro meses", habrán terminado. El siguiente paso es sacar a licitación una reforma de 10 bloques completos, en la calle Pavo Real, "en los que ha habido que rehacer los proyectos".

"Hemos tenido que visitar cada uno de los inmuebles. Había modificaciones que habían hecho de agujeros en muros de carga. Ha habido que hacer proyectos nuevos, presupuestos nuevos... Se ha tenido que pedir los permisos de los propietarios, y ahora estamos en condiciones para seguir con el trabajo. Vamos a licitar en este mes las obras. Queremos atraer el interés por parte de los contratistas", añade.

Este "esfuerzo" del actual equipo de Gobierno lleva al propio Zarandona a no entender el objetivo de las últimas manifestaciones llevadas a cabo en la zona. "Esa es la pregunta del millón. He de reconocerte que se lo he explicado a la asociación vecinal de Pajarillos, y a la asociación de propietarios del 29 de octubre, que es con quien me he reunido, y a la que he visitado varias veces. No lo comprendo, ellos sabrán... Si quieren hacerlo como medida de presión... Nosotros no nos vamos a sentir presionados, nosotros vamos a seguir trabajando", apunta el edil.

No obstante, reconoce que no es fácil actuar en la zona, ya que, en su momento, "se abandonaron las tareas de urbanización" y los propietarios son los que sufrieron las consecuencias. Para lidiar con estos obstáculos, el concejal apunta que sacaron las instalaciones generales fuera de las viviendas para respetar la privacidad de los vecinos, los cuales, de hecho, no tendrán que poner nada de su bolsillo para mejorar el estado de sus hogares.

Por último, explica que la piel exterior que envuelve más de un bloque del 29 de octubre "no fue la mejor de las soluciones". Él hubiese apostado por "demoler" las viviendas para llevar a cabo "una rehabilitación integral", evitando, de esta forma, que su equipo esté no solo centrado en sacar adelante el proyecto, sino también en intervenir "en fachadas, cubiertas, elementos comunes...". Desde que está Zarandona en el cargo, el Ayuntamiento ha invertido aproximadamente 400.000 euros en rematar los bloques, cuya licitación quedó "desierta", a los que se sumarán 3.500.000 euros si consiguen poner en marcha las obras en los bloques mencionados de la calle Pavo Real.