El BSR Valladolid cumple 30 años y lo celebrará este jueves con una gala en la que repasará su historia y los éxitos obtenidos, al tiempo que homenajeará a quienes han hecho posible que sea un club referente del deporte de personas con discapacidad en España.

A finales de diciembre de 1994 nacía una nueva entidad deportiva en Valladolid, el CD Aspaym, cuyos inicios no fueron nada sencillos, puesto que le costó ser considerado uno más, dentro de los clubes de la ciudad, al ser un deporte practicado por personas con discapacidad física.

Pioneros

Fueron pioneros en otorgar relevancia a este colectivo desde el deporte como motor de impulso y desarrollo y como herramienta para la integración y la normalización, que ahora ya forma parte de las políticas de todas las instituciones pero hace años supuso un reto importante para ellos.

De hecho, para disputar sus primeros partidos tuvieron que pedir sillas de ruedas al equipo de Burgos, y hasta estas han cambiado, ya que en la actualidad están mejor adaptadas a cada jugador, pesan menos y son más cómodas de utilizar, lo que implica una inversión económica relevante.

Comenzaron a jugar en el pabellón Miriam Blasco, desde segunda división, pero en cuatro años ya habían logrado alcanzar la máxima categoría y desde 1998 la han mantenido, en unos casos con total solvencia y en otros con más sufrimiento, pero todas las temporadas aportaron un gran aprendizaje.

Primeros éxitos

Los momentos más dulces del equipo se vivieron en la campaña 2010/11, tras obtener el título de la Copa de Europa Willi Brinkmann y el de liga, con el campeón paralímpico Tristan Knowles en las filas del cuadro morado, que fue para el entonces Fundación Grupo Norte lo mismo que Arvydas Sabonis para el Fórum Filatélico.

El BSR Valladolid ha podido contar, a lo largo del tiempo, con más de 40 jugadores internacionales de primer nivel que han participado en diversos Juegos Paralímpicos, representando a sus respectivos equipos nacionales, empezando por los españoles Antonio Henares, Diego de Paz, Pablo Martín, Juanjo Alonso o Roberto Mena, por poner algunos ejemplos.

También jugadores extranjeros como el ya mencionado Tristan Knowles (Australia), Dan Highcock (Gran Bretaña), Salvador Zavala (México), José Leep (Colombia), Adam Lancia (Canadá) o Allon Dor-Onn (Israel), sin olvidar a una de las piezas clave del equipo en los últimos años, Adrián Pérez (Argentina).

Su ilusión y su ambición, apoyada por instituciones y patrocinadores como Fundación Aliados o Fundación Once, le permitió no solo obtener el reconocimiento mediático por sus actuaciones deportivas, sino también por la organización de diferentes competiciones nacionales y europeas.

Pero si hay algo que ha demostrado el BSR Valladolid en estos treinta años es que los límites están en la cabeza de la gente, y no en unas determinadas cualidades físicas, y que con capacidad de superación, entrega y compromiso, se puede llegar muy lejos.

Y, además, han logrado que su trabajo fuera valorado por diferentes organismos, recibiendo diferentes premios como el Piñón de Oro, el de mejor entidad deportiva de Valladolid y de Castilla y León, el Conde Ansúrez o el premio José Luis Morencia a José Antonio de Castro, por su trayectoria profesional.

Queda aún mucho camino por recorrer, porque además la Superliga BSR española es la más potente del mundo, junto a la turca o la alemana, y el Fundación Aliados es un histórico de la misma, una responsabilidad que asume con orgullo y que espera seguir alimentando.