Un Atlético de Madrid apagado y sin ideas volvió a dejar dudas fuera de casa tras empatar sin goles (0-0) frente al Deportivo Alavés en Mendizorroza. El duelo estuvo marcado por la solidez de ambos porteros, Jan Oblak y Antonio Sivera, y por la actuación destacada de Ander Guevara, que evitó el gol rojiblanco con una salvada providencial sobre la línea.

El encuentro arrancó con intensidad, aunque sin ocasiones claras. El Alavés se mostró más directo y físico, mientras que el conjunto colchonero optó por esperar replegado, cómodo en su bloque bajo. La primera mitad se vio interrumpida por la indisposición de un aficionado en la grada, lo que obligó a detener el juego momentáneamente.

La acción más destacada antes del descanso fue la tarjeta roja directa que el árbitro mostró a Julián Álvarez tras una entrada sobre Facundo Garcés, aunque tras la intervención del VAR la sanción fue retirada. Fue una primera parte pobre en fútbol, en la que el balón parado representó la principal amenaza para ambos equipos.

En el segundo tiempo, el Atlético mejoró ligeramente con la entrada de Aleksander Sorloth, y Conor Gallagher protagonizó el primer remate a puerta de los visitantes. Sin embargo, el conjunto de Simeone siguió espeso en la circulación y sin claridad para romper la defensa albiazul.

El partido vivió sus mejores momentos a partir del minuto 60. Primero, el Alavés pidió penalti sobre Kike García, que el árbitro no concedió, y justo después Guevara evitó el tanto del Atlético sacando el balón bajo palos. Samu Lino aportó frescura en ataque y generó las acciones más peligrosas de los colchoneros en la recta final.

Oblak volvió a ser clave al detener un mano a mano ante Kike García, mientras que Sivera respondió con seguridad en la portería rival. Un contragolpe conducido por Lino y Correa en los últimos instantes pudo cambiar el resultado, pero finalmente el empate dejó más satisfecho al conjunto local, que se aleja tímidamente del descenso.