La marcha, convocada por los sindicatos UGT y CCOO de Castilla y León, reivindicó la reducción de la jornada laboral
Historia de un icono feminista: la vallisoletana que impulsó la lectura durante la Guerra Civil
Aunque desconocida para muchos, la activista se convirtió en el claro ejemplo de cómo hacer política con la cultura
A lo largo de la historia, el feminismo ha sido una fuerza fundamental para la lucha por la igualdad de género, la justicia social y la liberación de las mujeres. Este movimiento ha estado marcado por figuras que han desafiado las normas establecidas y que, con su valentía y determinación, han dejado un legado que sigue inspirando a generaciones.
Si pensamos en algunos de los iconos más significativos del feminismo, mujeres que, con su activismo, inteligencia y coraje, se han convertido en símbolos de lucha y cambio, se nos vienen a la cabeza nombres como Simone de Beauvoir, Frida Kahlo o Eleanor Roosevelt. Pero no hay que irse tan lejos para encontar a mujeres fuertes que pasarán a la historia por su labor el la búsqueda de la igualdad.
En 1907, nacía en la localidad vallisoletana de Villalba de los Alcores Teresa Andrés Zamora, una mujer que cambiaría España gracias a su visión del mundo en el que vivió. Hija del médico Diógenes Andrés Rueda y de la maestra María del Pilar Zamora García, fue la mayor de los hermanos y la única con ADN vallisoletano, ya que la familia pronto se mudaría a la provincia de Palencia.
Estudió Magisterio en la Escuela Normal de Maestras de Palencia y, posteriormente, se doctoró en Filosofía y Letras, por la Universidad Central de Madrid. En sus primeros años de estudiante en Madrid, a finales de los años veinte, estuvo viviendo en la Residencia de Señoritas, que por entonces dirigía María de Maeztu. Allí, supo de la lucha por los derechos de las mujeres.
Durante el curso 1928-1929, Clara Campoamor dio una conferencia titulada 'Cómo crea la mujer el Derecho'. En 1928 se celebró en Madrid el Congreso Internacional de Mujeres Universitarias. Entre las participantes estaban las representantes de la International Federation of University Woman, algunas de las cuales se alojaron en el mismo Pabellón de la Residencia de Señoritas, en el que residía Teresa Andrés.
Obtuvo el número uno en las oposiciones al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos convocadas en 1930 y fue destinada al Museo Arqueológico de León en 1931; pero, a fines de septiembre de ese mismo año, fue comisionada para organizar los fondos del Archivo del Palacio Real, entonces llamado Palacio Nacional.
Entre 1932 y 1933 amplió sus estudios en Alemania gracia a una beca de la JAE y a su vuelta, se reincorporó a su puesto en el Palacio Nacional, cómo se le denomina durante la II República. A lo largo de estos años realizó su tesis doctoral sobre rejería española, bajo la dirección de Manuel Gómez Moreno.
El inicio de la Guerra Civil sorprende a Teresa Andrés y a su hermano Troadio en Madrid. Su familia sufrió represión durante el golpe militar de 1936, muriendo su padre y su hermano Dionisio, mientras que su hermano Troadio luchó en la guerra siendo Teniente del Ejército Popular de la República.
Militante comunista desde 1933, Teresa se casó con Emilio Gómez Nadal, uno de los fundadores del Partido Comunista Español (PCE). Tuvieron dos hijos, uno murió de pequeño y Antonio, nacido en 1941, que fue traído a España en 1942 y criado por la abuela materna.
Durante la Guerra Civil destacó la labor de Teresa al frente de las Bibliotecas de Cultura Popular, que organizó junto a Juan Vicéns de la Llave, así como su labor como delegada del Ministerio de Instrucción Pública en Valencia. También fue vocal de la Comisión Gestora del Cuerpo Facultativo de Archiveros y Bibliotecarios, creada en agosto de 1936.
En 1939 fue separada del servicio activo, en virtud de expediente de depuración, por aplicación de la Ley de Responsabilidades Políticas: Por Orden del Ministerio de Educación Nacional de 13 de junio de 1939 (BOE nº 174) se dispuso su baja definitiva en el escalafón del Cuerpo Facultativo de Archiveros y Bibliotecarios.
Finalizada la contienda ella y su marido se exiliaron a Francia, donde acabarían uniéndose a la Resistencia Francesa. En París, Marcel Bataillon consiguió que la contrataran para hacer un catálogo colectivo de libros españoles existentes en bibliotecas parisinas.
Murió un año después de la liberación de París, a causa de la leucemia, cuando solo tenía 39 años de edad. Desde entonces, ha sido considerada una figura feminista importante a nivel nacional por su lucha personal en la búsuqeda de la igualdad, su activismo y su gran labor al impulsar la lectura femenina durante la Guerra Civil.
La biografía de Teresa Andrés Zamora es un claro ejemplo de cómo el compromiso de una mujer republicana a través de la cultura se transformó en beligerancia política. La vallisoletana representa una generación de mujeres republicanas que fue leal a la II República, trabajando incansablemente durante la Guerra Civil, y que padeció el exilio en una Francia ocupada.
El Consistorio ha ratificado el acuerdo con un nuevo proyecto europeo para, entre otros factores, elaborar una guía para la creación de oficinas de asesoramiento
Ambos están trabajando en una posible reestructuración del espacio que permita incrementar el número de huertos disponibles
El Consistorio ya la ha convocado, tal y como se publica este jueves en el Boletín Oficial del Estado