Tordesillas se prepara para acoger, del 16 al 19 de enero, la edición más especial de Motauros, que celebra su 25º aniversario. Juan Carlos Ruiz, presidente del evento, ha compartido con TRIBUNA Valladolid sus expectativas y los preparativos para este esperado evento del mundo de las motos.

"Del 20 al 25 aniversario se ha pasado volando", destacaba Ruiz. Además, no sabe si es por la pandemia o por todo lo que se ha vivido estos últimos años, "pero la verdad que ha sido un periodo muy rápido", confesaba.

El proceso de organización de esta edición, comenzo casi inmediatamente después de la edición pasada, en la que el equipo de Motauros ya comenzó a trabajar en planificar la programación con tiempo. "En abril comenzamos preparar todos los detalles, analizando qué podíamos mejorar, qué podíamos cambiar, y qué podemos ofrecer para que cada edición sea mejor que la anterior", destacaba el presidente.

Un trabajo que lleva prácticamente todo el año prepararlo, "con muchos meses de antelación para contactar agendas y antes de verano ya tenemos que tener muchas cosas cerradas y apalabradas" asegura Juan.

Este 25º aniversario trae algunas novedades para los miles de moteros que se reúnen en Tordesillas cada año. Entre ellas destaca la exposición de motos clásicas que comenzó el 2 de enero, y la exposición fotográfica que abrió sus puertas el día 8. Además, para conmemorar la concentración, se ha creado un libro especial de los 25 años de historia y un peluche exclusivo, "que nos ha costado un montón de años conseguirlo" confesaba Juan.

"Este programa novedoso también incluye excursiones a Nava del Rey y Alaejos". Aunque las temperaturas van a ser bajas, heladas de -6 y -7 grados, "las expectativas son muy buenas". "Las inscripciones van mejor que el año pasado", lo que refleja la buena acogida de la gente.

El presidente también destaca que Motauros ha sabido encontrar su espacio en el calendario, después de que se modificara la fecha por que hace años coincidieron con Pingüinos. Al principio la gente confundía las dos concentraciones, "pero la gente sabe dónde va y donde quiere ir, y eso es lo bonito, la libertad de ir donde se quiere ir", señala. La decisión de retrasar la fecha ha sido, "un antes y un después para el evento".