El Real Valladolid no pierde la sonrisa en este tramo final de temporada tras una nueva victoria (0-3) ante el Amorebieta en Lezama. Los de Paulo Pezzolano se colocan a tan solo dos puntos del líder de LaLiga Hypermotion, el CD Leganés, que volvió a 'pinchar' en su visita al Heliodoro Rodríguez López de Tenerife. De hecho, los blanquivioletas dormirán en puestos de ascenso directo, a expensas de lo que hagan tanto Éibar como Espanyol, que son los únicos que le pueden arrebatar una plaza que estará muy cotizada hasta la jornada 42.

POCO RITMO CON UNA ACCIÓN CLAVE

La puesta en escena no fue mala del Real Valladolid, pero era lo previsible porque el Amorebieta le dio el balón a los de Pezzolano, que no sabían qué hacer con él en los primeros compases del encuentro. De hecho, fueron los locales los que golpearon primero con una ocasión que no llegó a buen puerto porque Edwards no acertó ante Masip tras un error de Sergio Escudero, el MVP del partido. Los blanquivioletas reaccionaron a la intentona del Amorebieta con un centro envenenado de Raúl Moro que sacó con apuros Jon Magunagoitia. Este último también tuvo que intervenir en un disparo lejano de Escudero, que se le veía con ganas.

El ritmo del partido incrementaba, pero solo por momentos porque ni los locales ni los visitantes se acercaban con peligro a las respectivas porterías contrarias. Sin embargo, este tramo del choque fue testigo de la acción clave del partido. Tras revisarlo en el VAR, el colegiado Orellana Cid, que ya pitó a los blanquivioletas ante el Andorra, expulsó a Félix Garreta por una falta a Anuar en una jugada, según el criterio arbitral, 'manifiesta de gol'. Ni el Amorebieta ni el Pucela se dieron cuenta de la acción, pero el aviso desde Las Rozas a Cid provocó que los locales se quedaran con 10 justo antes del descanso. Se le ponía muy bien el partido a los de Pezzolano, que querían aprovechar otro tropiezo del Leganés. Ver para creer hace unas cuantas semanas.

TIERRA DE POR MEDIO Y SENTENCIA

El Pucela salió con todo en la segunda mitad. Sin especular... como debe ser. Esa siempre tendría que ser su intención si quiere seguir metiendo presión a sus rivales. Esta vez, no fue un cara y cruz, sino que jugó con las cartas de candidato al ascenso, algo que no estaba demostrando precisamente lejos del José Zorrilla. Los goles llegaron nada más empezar el segundo acto. Ambos, los dos primeros, en acciones a balón parado, que hace mucho que ya no son asignaturas pendientes.

Fue Escudero el protagonista de los dos goles. En primer lugar, remató (0-1) al fondo de la red un córner botado por Raúl Moro. Y, posteriormente, superó a Magunagoitia (0-2) tras un rechace de la defensa al tiro de Negredo en una jugada ensayada. El Pucela encarrilaba el partido para no tener que pasar apuros... como ocurrió, por ejemplo, en Cartagena. De hecho, con uno más en el campo, buscó el tercer tanto, pero el meta local sacó una intentona de Iván Sánchez, al cual ya le había parado otro disparo en la acción previa al primer gol del Real Valladolid.

Pasaron los minutos, y el Amorebieta, aunque no quiso tirar la toalla en ningún momento, estaba en el campo a merced de lo que quisiera hacer el Pucela de Pezzolano, que controló el encuentro y la ventaja hasta el final. Aun así, los cambios en ataque y el nivel de los futbolistas que tenía el técnico sentados en el banquillo les dio a los blanquivioletas una fuerza extra que no desaprovecharon. Un pase de otra categoría de Amath dejaba solo a Marcos André que, de media tijera, sentenció al Amorebieta (0-3). Como el marcador no se movió, el partido acabó con los cánticos y festejos de los aficionados desplazados por sus deseos de ascender, algo que el Pucela cada vez tiene más cerca gracias a las tres victorias consecutivas que, en estos momentos, cosecha.