Acusan a un agente de la Policía Nacional de Valladolid de un delito contra la integridad moral y otro de detención ilegal. Al parecer el acusado habría propinado un puñetazo y posteriormente detenido a una persona en una comisaría de Parquesol.

Los hechos tuvieron lugar en mayo del 2022 cuando el acusado, J.A.S.A., se encontraba prestando servicio de seguridad debidamente uniformado en la comisaría, cuando la víctima entró en el edificio y preguntó por 'Geo 3'. El agente le contestó que en esas dependencias no existía ningún grupo con esa denominación, por lo que volvió a preguntar, primero por 'Geo 2' y después por 'Geo 1', recibiendo en ambos casos la misma respuesta.

El acusado pidió a la persona ser más preciso a lo que este le indicó que quería hablar con Gustavo, entonces J.A.S.A. respondió que no había ninguna persona en dicha comisaría con ese nombre que estuviera trabajando en esa franja horaria.

Mientras conversaban, el acusado se percató de que un vehículo estaba accediendo a una zona reservada para coches oficiales, por lo que salió de la dependencia policial. Ese momento fue aprovechado por la víctima para subir las escaleras hasta una de las plantas del edificio, en la que fue localizado por agentes del Grupo de Subsuelo, que le acompañaron hasta la planta baja, donde el acusado, de "forma inopinada y sin motivo alguno" le propinó un puñetazo que le hizo caer al suelo, para después darle una patada en la pierna.

Además, el acusado, en su condición de Funcionario de la Policía, procedió a la detención de la víctima, a la que acuso de un delito de atentado a agente de la autoridad, para presentarlo como detenido en la comisaría de Delicias en Valladolid, donde ingresó en calabozos hasta que, tras prestar declaración  fue puesto en libertad pasada una hora y cuarto.

Según sostiene la Fiscalía, no está acreditado que la víctima, en el transcurso de los hechos relatados, se abalanzara sobre el agente propinándole dos fuertes empujones que le impactaron en el pecho, ni que lanzase las manos hacia su rostro logrando impactar en la mejilla izquierda, ni que existiera motivo legal para proceder a la detención de la víctima como autor de un atentado de agente a la autoridad.

Por ello, el Ministerio Fiscal pide para el acusado, por el delito contra la integridad moral la pena de un año y seis meses de prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena e inhabilitación especial para empleo o cargo público de tres años.