La temporada 2023/2024 no le permite al VRAC ni respirar. El equipo de Diego Merino, sin apenas descanso tras proclamarse campeón Ibérico en Portugal, recibe este domingo (12.30) a su verdugo en la Supercopa de España, Recoletas Burgos, que a la vez fue víctima en la final de la División de Honor disputada hace pocos meses en Valladolid. Será el sexto partido oficial de la temporada para un VRAC que en cada cita se ha jugado mucho. Un título frente a los burgaleses, todo un derbi en la segunda jornada, la siempre difícil Santboiana en la tercera, la revelación Abelles en la cuarta, Direito en la Ibérica?y ahora de nuevo Aparejadores. Un comienzo con curvas que el VRAC está superando con nota alta y juego de mucho nivel. A ese buen momento colectivo apela el conjunto azulón para ganar y mantenerse en lo más alto.

Con un partido menos, el aplazado frente a Pozuelo que se disputará un atípico jueves 21 de diciembre, echar cuentas sobre el liderato de la División de Honor es complicado. Pero el VRAC sabe que depende de sí mismo para comerse las uvas en lo más alto de la clasificación. De alguna manera, todo pasa por ganar al Recoletas, que firma un buen arranque de Liga más allá del pinchazo en Valencia, donde demostrado está que no va a ser barato sacar puntos. El resto, lo cuentan por victorias incluida la última frente al Cisneros en San Amaro (40-26).

El VRAC afronta el duelo sin los lesionados de larga duración (Jerry Surumi, Tsotne Tchumburidze y Álex Alonso), sin Llew Smith, que también es baja, y sin Álvaro Pírez, llamado por Iberians para su compromiso en Georgia.

Diego Merino asume que su equipo viene "de un partido muy duro y lo de ahora es un reto para conocer la profundidad de nuestra plantilla. La empresa que tenemos es grande y lo que estamos trabajando es que el grupo esté bien anímica y físicamente. Burgos es un perfil de equipo similar a Direito y ojalá veamos un partido bonito y divertido en Pepe Rojo".