"Al llegar, lo primero que vi fue a un varón tendido boca arriba en el interior del vehículo, el conductor que iba a proceder a realizarle maniobras me informó del estado", explica el oficial. "Entonces, comencé a realizar una valoración rápida del estado del hombre", comenta, "observé que su respiración era agóncia y no tenía pulso, además me sorprendió que estaba muy frío".

Fue entonces cuando insistió otra vez, abriendo el canal de emergencia, "volví a insistir en que viniera una patrulla con desfibrilador", cuenta el policía. El Oficial vallisoletano no dudó y comenzó a realizar el protocolo RCP, "no era la primera vez que lo hacía, pero siempre tiene su riesgo este tipo de actuaciones", explica.

Afortunadamente, cuando la ambulancia llegó, el varón ya había recobrado el sentido, "incluso se quería ir de allí sólo", cuenta sorprendido. Sin embargo, fue trasladado al Hospital río hortega de la capital, dónde se le realizaron numerosas pruebas para comprobar su estado de salud. "Quise saber como se encontraba después, a veces pese a que tras nuestra actuación se encuentran bien, más tarde terminan falleciendo", cuenta. 

"Afortunadamente, todo acabó bien, fue una suerte que estuviera tan cerca", comenta el oficial vallisoletano.