La semana que tiene el Real Valladolid por delante es de vital importancia. Es cierto que queda mucha temporada y el equipo de José Rojo, Pacheta se sitúa fuera de los puestos de descenso, pero después de cosechar tres derrotas seguidas, especialmente la última muy dolorosa en Mallorca por el gol encajado en el último minuto y con las posibles salidas que se pueden dar en este mercado invernal como las de Shon Weissman o Sergi Guardiola, tal y como apunta el Diario de Valladolid-El Mundo, ganar al Rayo Vallecano ya no es una opción, es una necesidad.

Esa obligación de sumar los tres puntos ante los de Iraola se ha trasladado a los entrenamientos de esta semana que se han vivido con especial intensidad. Esta circunstancia también se ha reflejado en las disputas donde Malsa pisó a Mesa cuando ambos luchaban por un balón. El grancanario se revolvió después de lo sucedido y los dos llegaron a las manos con puñetazos de por medio. De hecho, y no por este motivo, según ha podido conocer Tribuna Valladolid, el ambiente en el vestuario no es el que era hace unos meses.

No obstante, los dos futbolistas, un día después, han querido hacer las paces y compartir esta decisión en redes sociales con un mensaje en la cuenta oficial de Mesa: "No me des patadas". En este sentido, Malsa ha retuiteado la publicación.

Por su parte, Joaquín y Kike Pérez, los jugadores que han comparecido esta semana en rueda de prensa, han quitado hierro al asunto asegurando que "las cosas están más calmadas, se queda ahí, está hablado y solucionado, se queda dentro del vestuario. Ahora lo importante es centrarse en el sábado y ganar el próximo partido".