Ahora que andan acabándose las obras importantes en el puente de Tordesillas con cargo al Ministerio de Fomento. En sus inmediaciones existen unos ojos casi cegados a los que se hace difícil el acceso por estar cercada la zona con alambre, traigo este comentario que muchos mayores llamaban LOS OJOS SECOS.
La cosa no tenía malicia y sí una explicación. Se conocían como SECOS porque la mayor parte del año por ellos no circulaba el agua y servían de alivio en tiempo de crecidas del río o de lluvias fuertes para desahogo de la zona. El hueco traspasaba por debajo la carretera Nacional 620 con la Radial N-VI en el nudo de carreteras en donde hoy aparece una hermosa rotonda a la entrada de la vía del puente. Su utilidad es innegable porque, si arrecia la lluvia, las aguas corrientes que provienen de la Cañada de Rueda y el pago de la Granja acceden al río por esos mismos ojos que para ello estaban construidos.
Muchos chicos, hoy ya hombres hechos y derechos, han jugado, hemos jugado por los ojos secos, recogiendo en más de una ocasión en los cabellos piojos y pulgas por aquellos andurriales, y traspasando por debajo la carretera para acceder al sitio en donde hoy se levanta el aparcamiento para camiones en épocas de invierno.
El servicio de achicamiento y desplazamiento de aguas estaba previsto por nuestros antepasados antes de subir el nivel de altura de la actual carretera, y bueno es pensar en la ayuda que los tres ojos secos, en cuestión de alivio y salidas de aguas, prestaban a esa zona. Si ese lugar se encontrara limpio, aseado y perfectamente transitable, las avenidas de agua en caso de producirse no harían caer lágrimas ni causar perjuicios a más de uno.
Comentarios
Deja tu comentario
Si lo deseas puedes dejar un comentario: