El Vía Crucis de la Exaltación de la Cruz y Nuestra Señora de los Dolores ha vuelto a las calles tras los dos años sin realizarse ningún acto por la pandemia, aunque de forma muy breve a causa de la lluvia. A la procesión acudieron una gran cantidad de fieles que no se quisieron perder el Vía Crucis. 

Tras dar comienzo a las puertas de la iglesia el agua hizo de nuevo acto de presencia y  la cofradía decidió hacer el acto dentro del templo religioso con los pasos del 'Santísimo Cristo de la Buena Muerte' y la 'Virgen de Nuestra Señora de los Dolores'.

El Cristo salió portado a hombros y, como todos los años anteriores, hubo un momento en el que tuvieron extremo cuidado al bajar el arco a pie de calle que da entrada al patio de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen.

La procesión y con todos los cofrades tenía que haber discurrido por la avenida de Segovia, paseo de San Vicente, Canterac, Mariano José de Larra, Villanueva y otra vez a la avenida de Segovia, para regresar al punto de partida, pero la lluvia frustró todo.