Sus hasta ahora propietarios prefieren centrarse en la reapertura del hotel Foxá, que adquirieron el pasado año con la intención de ponerlo de nuevo en marcha aunque el proyecto se paralizó por el Coronavirus.
El hotel La Vega (Arroyo de la Encomienda) ha cerrado definitivamente sus puertas a la espera de concretar una operación de compra por parte de otra propiedad que continuará con su actividad. De momento, este emblemático establecimiento hotelero que creó en los años 90 la familia Martín de Paz está completamente parado aunque diferentes fuentes consultadas por este periódico aseguran que su adquisición podría estár bastante encaminada.
Esta situación confirma la información publicada en su día por TRIBUNA VALLADOLID cuando el Grupo Domus Hoteles, propietario de La Vega, adquirió el Hotel Foxá para reabrirlo después de casi ocho años cerrado y replantearse su presencia en Valladolid. Sin embargo, la irrupción del COVID-19 frenó en seco las expectativas de reapertura aunque el grupo mantiene su intención de poner en marcha su proyecto en la carretera de Madrid cuando la situación sanitaria mejore y las restricciones se alivien propiciando mayor movilidad.
La rumorología se ha disparado en las últimas semanas sobre el futuro de La Vega. Algunas fuentes apuntan a su inmediata puesta en marcha pero otras, especializadas en el sector, califican de “locura” cualquier intentona de abrir un hotel en este primer semestre del año.
En su momento, dos cadenas hoteleras se interesaron por el hotel La Vega. Una de ellas, el Grupo Hotusa, un consorcio hotelero nacido en Barcelona en los años 70 y que aglutina diferentes hoteles independientes en todo el mundo, ya que tiene presencia en 130 países.
La otra opción que, según diferentes fuentes, estaba muy interesada, es la de Sercotel Hotel Group, una cadena dedicada a la operación hotelera y al branding internacional que basa su negocio en un modelo multimarca y opera con seis señas distintas: Sercotel, Kalma, Esentia, Clarion, Quality y Confort Inn. En Valladolid, esta cadena gestiona el hotel ubicado junto al Museo de la Ciencia pero las condiciones contractuales que está soportando no tienen nada que ver con el momento actual que sufre el sector hotelero y se estaba replanteando otras opciones.
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