
El autor pide atención para este ejemplar, "aunque solo sea por la memoria que albergó bajo y entre sus ramas".
Hace un par de años escribí en TRIBUNA DE VALLADOLID la historia de este árbol que hoy se muere. La importancia del mismo y su situación merece un poco de atención aunque solo sea por la memoria que albergó bajo y entre sus ramas.
El árbol de Guernica es un ejemplar de roble que simboliza las libertades tradicionales de los vascos y está a la puerta de la Casa de Juntas, pues el alcornoque de Tordesillas es un árbol majestuoso que a mí personalmente siempre me ha impresionado por su sencillez y grandeza y que guarda un simbolismo enriquecedor de nuestro ayer rural y campero. Desde su mismo lugar se ve el caserío de la Villa en un paisaje hoy metalizado con placas solares fotovoltaicas de aluminio que lo rodean.
Dirán algunos que un árbol no tiene importancia. Pues sí que la tiene. A la vista está que en el sobrante de masa propiedad de la Hermandad de Agricultores y Ganaderos de Tordesillas, vive un viejo alcornoque que aún se mantiene enhiesto y agarrado a su tierra da sombra y sosiego al predio del pago "toril del moro" y al que han pretendido cercar o están muy cerca de hacerlo como se aprecia por los tubos metálicos que lo circundan.
Una tierra colindante llena de placas solares de las que marca el progreso para producir energía eléctrica, aunque ésta cada vez está más cara para el bolsillo de consumidores y usuarios, lo tiene cercado como cuando los viejos enemigos rodeaban las torres del homenaje de los castillos, asediándolos de hambre y muerte.
Este alcornoque de Tordesillas era hermoso y estaba cuidado cuando los pastores cobijaban sus ganados bajo su sombra y sesteaban protegiéndose del calor.
Recientemente he ido a verle, como hago de cuando en vez, y la pena me ha embargado pues le he visto decrépito, asolado, rodeado de enemigos, guerreros esqueléticos de metal, que seguramente acabarán con él para siempre.
En fin, el sitio y estas palabras ojalá sirvan en buena manera para honrar a un árbol de nuestro pueblo que va a morir no tardando, a menos que nuestras lágrimas sean capaces de regarlo y mantenerlo en pie.
Este árbol es el alcornoque de Tordesillas, cobijo de ovejas y pastor hasta no hace tanto tiempo.
Dejémosle vivir en paz.
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