
Tobogán
Fue instalado en la ladera de una montaña de Nueva Zelanda para que los usuarios pudieran disfrutar de él.
Con 600 metros de largo, 92 metros de caída y un minuto y medio de travesía, este tobogán de agua es presentado como el más grande del mundo.
Este tobogán no se encuentra en ningún parque acuático -que quizá tendría problemas para albergarlo-, sino que fue instalado en la ladera de una montaña de Nueva Zelanda para que los usuarios pudieran disfrutar de él.
Solos, en parejas, sentados, tumbados boca arriba o boca abajo, con colchonetas o incluso disfrazados... Por sus caras podemos adivinar que todos los que se lanzaron pasaron un rato divertido, además de refrescante.