
El acto, ocurrido en Ayacucho (Perú), fue grabado por una amiga de la víctima y cómplice de los violadores que solían llevar a cabo este tipo de delitos.
Se trataba de una práctica habitual para estos criminales. Para llevar a cabo las violaciones grupales, solían fijarse en otras menores de edad pertenecientes a comunidades desfavorecidas. Tras emborracharlas y drogarlas, las obligaban a participar en la orgía en la que las violaban.
Según relata RPP, a los adolescentes "se les pasó la mano", ha confesado a la policía la amiga de la víctima y cómplice de los asesinos que grabó lo sucedido y que posteriormente ha participado con la policía en la reconstrucción de los hechos.
Mientras los investigadores tratan de recuperar la grabación borrada, se ha conocido que en la reunión, llevada a cabo en casa de uno de los agresores, participaron en total seis personas: la víctima, la cómplice, y los cuatro varones, dos de ellos menores de edad, que violaron y causaron heridas mortales a la joven.