Dulces El Toro inauguró este jueves 30 de octubre su nueva tienda en la calle Cánovas del Castillo de Valladolid, abierta al público desde el viernes 31. El acto contó con la presencia del alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero; el alcalde de Tordesillas, Miguel Ángel Oliveira; y el presidente de la Diputación Provincial, Conrado Íscar, quienes destacaron el valor de la empresa como referente provincial.

Álvaro Galicia, director comercial y de marketing de Dulces El Toro, asegura sentirse "muy contento con la apertura pero estresado porque requiere muchísimo trabajo". La nueva tienda llega tras la experiencia temporal de la marca en la Plaza Mayor de Valladolid, un paso estratégico para acercar sus productos a clientes y turistas sin necesidad de desplazarse hasta Tordesillas, lugar donde comenzó la historia de la compañía hace casi dos siglos.

"Nos sentimos muy arropados por el tejido político de la provincia. Es un orgullo que nuestra marca tenga tanto apoyo", señala Galicia, refiriéndose a la asistencia de las autoridades locales en la inauguración. La tienda ofrecerá tanto los productos clásicos de la Pastelería Galicia, como los polvorones, toritos de chocolate y turrones, como nuevos y exclusivos sabores desarrollados por la empresa.

El director comercial subraya la importancia de la continuidad: "Queremos estar abiertos todo el año y que la gente de Valladolid pueda acceder a nuestro producto ya sea en verano o en invierno". Además, recuerda que la compañía tiene sus raíces en la provincia y buscaba consolidar su presencia en la capital: "Nosotros somos de la provincia de Valladolid y queríamos expandirnos a la capital".

Galicia también destaca que la marca celebra este 2025 su 175 aniversario, consolidando una trayectoria de tradición, innovación y crecimiento sostenido: "Queremos seguir creciendo. Estamos estudiando nuevas ciudades para establecer nuevos puntos de venta. No sé cuándo daremos el paso. Vamos poco a poco".

Entre las iniciativas recientes de la marca, la campaña de marketing por el centro de Valladolid ha llamado la atención: un cómico encierro con polvorones y frases divertidas en las marquesinas de los autobuses. Sobre ello, Galicia explica que "nos gusta divertirnos. Queremos pasárnoslo bien y utilizamos la publicidad para que el cliente nos conozca. La idea surgió de forma natural y ha sido genial el resultado".

Finalmente, el directivo comparte la clave del éxito de Dulces Galicia: "El secreto es trabajar con una sonrisa cada día y ser una familia cohesionada. Remamos todos en la misma dirección para ofrecer al mercado productos diferenciales. Cuidamos mucho nuestra imagen y, sobre todo, a nuestros clientes".