Los de Almada, que jugaron media hora con diez, firmaron un sólido partido en defensa y solo cedieron el empate en el último suspiro
El Valladolid roza la victoria en Riazor, pero un penalti en el 94' le priva del triunfo
Los de Almada, que jugaron media hora con diez, firmaron un sólido partido en defensa y solo cedieron el empate en el último suspiro
El Real Valladolid se quedó a escasos segundos de sumar una victoria de enorme prestigio en Riazor. Un penalti cometido por Tomeo en el minuto 94, transformado por Yeremay, frustró el gran trabajo de los pucelanos, que habían logrado adelantarse por medio de Latasa y defender con coraje y orden durante más de media hora en inferioridad numérica.
Un primer tiempo de autoridad
El conjunto de Guillermo Almada cuajó una primera mitad muy completa, imponiendo su ritmo desde el pitido inicial. La presión alta y la intensidad en la recuperación desactivaron por completo al Deportivo, incapaz de encontrar a sus jugadores más creativos.
Con Juric y Ponceau dominando la medular y un inspirado Iván Alejo desbordando por la derecha, el Valladolid fue ganando metros hasta generar las primeras oportunidades. Biuk probó con un disparo alto, Marcos André exigió a Parreño con un potente remate y Latasa, atento al rechace, rozó el gol.
La insistencia tuvo premio al filo de la media hora. Dani Barcia cometió un penalti inocente sobre Latasa y el propio delantero madrileño se encargó de transformarlo con frialdad para adelantar a los blanquivioletas (0-1). El tanto reflejaba la superioridad pucelana en una primera parte muy seria, en la que apenas concedieron acercamientos peligrosos.
Latasa marca y Marcos André ve la roja
El paso por vestuarios reactivó al Deportivo, que dio un paso adelante impulsado por su público. Mulattieri avisó con un disparo que obligó a Guilherme a lucirse, aunque la acción fue anulada por falta. Sin embargo, el partido cambió de rumbo en el minuto 53, cuando Marcos André fue expulsado por una dura entrada sobre Mella que le costó la segunda amarilla.
Con diez jugadores, el Valladolid se vio obligado a retrasar líneas y resistir el empuje local. Mulattieri volvió a poner a prueba a Guilherme con un disparo lejano que el meta portugués repelió con reflejos.
Aun en inferioridad, los de Almada mostraron carácter. El técnico movió el banquillo para reforzar el bloque con Chuki, Alani, Amath y Javi Sánchez, buscando cerrar los espacios y asegurar un triunfo que parecía al alcance de la mano.
Un castigo inmerecido en el descuento
La resistencia pucelana fue ejemplar. Guilherme volvió a aparecer en el 85’ con una parada sensacional ante Loureiro, y el equipo supo aguantar las embestidas coruñesas hasta que, en el tiempo añadido, un error aislado cambió el destino del encuentro.
Tomeo, en una acción sin apenas peligro, cometió un penalti evitable sobre Zakaria Eddahchouri. Yeremay no perdonó desde los once metros y estableció el 1-1 definitivo cuando Riazor ya se preparaba para asumir la derrota.
Punto valioso con sabor amargo
El Real Valladolid se marcha de A Coruña con un punto que sabe a poco por cómo se escapó el triunfo, pero que deja sensaciones positivas: el equipo compitió con personalidad, se mostró sólido en defensa y volvió a exhibir el sello de Almada en su propuesta.
Los pucelanos encadenan así su segundo partido consecutivo sin perder y confirman su crecimiento en el campeonato, a la espera de refrendarlo la próxima jornada ante su afición.
Los de Diego Merino vencen con autoridad al Real Ciencias (48-15) y firman su segunda victoria consecutiva como locales.
La tiradora vallisoletana firma una quinta posición en el Torneo Satélite FIE, mientras las jóvenes promesas del club destacan en el Regional de Valoria la Buena
Las vallisoletanas arrasan en Sant Cugat (5-57) y suman su tercer triunfo con bonus ofensivo








