El UEMC Real Valladolid Baloncesto vivió una auténtica resurrección anticipada al Sábado Santo al imponerse por 91-86 al Caja Rural CB Zamora, en un partido crucial por la permanencia. Los de Iñaki Martín remontaron una desventaja de hasta 15 puntos en el tercer cuarto gracias a un último periodo sobresaliente, liderado por una segunda unidad que brilló en el momento más crítico. Esta décima victoria de la temporada refleja la fe, el carácter y la entrega de un equipo que se negó a rendirse.

A pesar de no contar con Maj Kovacevic por lesión y de que Mike Torres no anotó ni un solo punto, el UEMC RVB encontró a sus héroes en el esfuerzo colectivo. Sergio de la Fuente y Jaan Puidet, tocados físicamente, dieron una lección de coraje. Josh Mballa dominó en los minutos finales bajo los aros, Dani Manchón volvió a revolucionar el juego desde la intensidad, y Agustí Sans manejó el timón con temple. Los suplentes tomaron el protagonismo para cambiar el destino de un partido que parecía perdido.

El arranque fue duro para los vallisoletanos, superados por un Zamora acertado y sereno que aprovechó el nerviosismo local para firmar un parcial inicial de 0-10. Samkelo Cele apareció con ocho puntos seguidos para reanimar al equipo, y con triples de Mballa y Wilson, el Pucela logró recortar distancias (23-26). Aunque Zamora volvió a estirar la ventaja, el empuje del '7' local permitió acabar el primer cuarto con una desventaja mínima.

El segundo cuarto confirmó la mejoría defensiva del UEMC RVB. Mballa, clave pese a la desventaja física, y Manchón, letal desde la esquina, igualaron el marcador (32-32). Con la entrada de Sergio de la Fuente, los locales llegaron a ponerse por delante por primera vez (36-34), aunque los visitantes respondieron con triples tras un tiempo muerto. Aun así, los de Iñaki Martín no se descompusieron y cerraron la primera mitad a solo un punto (51-52), tras un espectacular mate de Shemar.

En la reanudación, el guion volvió a complicarse. El UEMC RVB repitió errores, cometió pérdidas absurdas y permitió que Zamora se escapara de nuevo hasta los 15 puntos (57-72). Fue entonces cuando el técnico local quemó uno de sus últimos cartuchos con un tiempo muerto que resultó clave. El equipo comenzó a reaccionar y, aunque aún estaba lejos en el marcador, redujo la diferencia a 10 puntos (66-76) justo antes de iniciar el asalto definitivo.

El último cuarto fue una exhibición de garra, con Puidet y Sergio tirando del carro pese a sus molestias físicas. El equipo se metió de lleno en el partido (72-77), y con una defensa firme y el empuje del público del Pisuerga, terminó por voltear el marcador. La segunda unidad se convirtió en protagonista absoluta: Puidet impuso intensidad, Mballa sumó rebotes clave, Manchón lideró en el caos y Sans gestionó cada posesión con inteligencia. Así, el UEMC RVB cerró el partido desde el tiro libre y certificó una remontada épica que lo deja más cerca de la salvación.