La Navidad ha llegado al barrio de La Victoria con más fuerza que nunca. En los últimos tres años, la colaboración entre comerciantes y vecinos ha convertido a esta zona en una de las más iluminadas de Valladolid. Gracias al esfuerzo conjunto, este año se han decorado e iluminado siete calles, lo que representa un 10% de las vías con luces navideñas de la ciudad.

El pasado jueves, más de 100 personas se reunieron en la Plaza de la Solidaridad para celebrar el encendido de las luces. Este evento, ya consolidado como una tradición en el barrio, refleja el compromiso de quienes trabajan por revitalizar La Victoria. La plaza, decorada con estructuras que homenajean a la histórica industria textil de la zona, fue el escenario de una jornada festiva y emotiva.

El proyecto de iluminación comenzó hace tres años con tan solo 23 comerciantes. En su segundo año, el número de participantes creció a 50, y en esta edición ya son 90 establecimientos los que se han sumado a esta iniciativa. Según fuentes implicadas, "hemos pasado de no tener iluminación a convertirnos en una de las zonas con mayor densidad de luces navideñas de Valladolid", un cambio que ha devuelto el brillo y el entusiasmo al barrio.

Durante la celebración, se hizo entrega del Premio Fuente de Luz a la Asociación de Vecinos Los Comuneros, en reconocimiento a sus más de 40 años de trabajo continuo para mejorar la calidad de vida de los vecinos. Este galardón refuerza el valor del compromiso vecinal y su impacto positivo en la comunidad.

Además, se anunció un completo programa de actividades para el 21 de diciembre, organizado junto con FECOSVA, que incluirá propuestas para todas las edades y la esperada visita de los Reyes Magos. Estas iniciativas buscan fomentar el comercio local y crear un espacio de encuentro para los vecinos en estas fechas tan especiales.

El encendido navideño de La Victoria es mucho más que luces; es un símbolo de unidad y esfuerzo colectivo. En tres años, el barrio ha conseguido no solo iluminar sus calles, sino también consolidarse como un ejemplo de cómo la colaboración entre vecinos y comerciantes puede transformar una comunidad. Este espíritu de trabajo conjunto sigue siendo la mejor luz que La Victoria puede ofrecer a Valladolid.