La explosión en la calle Juan de Valladolid, un año después: causas, consecuencias y cronología de los hechos

El mes de agosto de 2023 fue nefasto para Valladolid. Empezó con una explosión en la calle Goya, y tan solo 28 días después, ocurrió lo mismo en Juan de Valladolid, en el barrio de Parquesol. Se cumple un año este jueves de lo que pasó a primera hora de la mañana de aquel fatídico día, en el que una explosión de gas se saldó con un fallecido y 12 personas heridas leves. Los hechos se produjeron, en concreto, en el 3º I, afectando a las puertas del 3º J y 3º H, que quedaron destrozadas debido a la onda expansiva.

Javier Redondo, agente de la Policía Nacional, que vive, precisamente, en el 3º J, intentó salvar a la víctima como pudo: "Vivo puerta con puerta con el vecino que residía en la vivienda donde se produjo la explosión. Él en el 3º I, y yo en el 3º J. Mi mujer ya estaba despierta cuando ha ocurrido porque se marchaba a trabajar. Me ha pillado en la cama y, cuando me he levantado, pensaba que estaba soñando. Recuerdo que las primeras palabras de mi mujer fueron: 'Javi, Javi, que nos quemamos...'". 

El policía explicó a TRIBUNA que dijo a su mujer y a su hija que bajaran porque él quería rescatar a su vecino del fuego. "Mi mujer me echó la bronca y me la seguirá echando porque quería que bajara con ellas. Ella temía por mi vida por la situación en la que estaba el tercer piso en esos momentos", apunta. De hecho, recuerda que la víctima "estaba en la terraza completamente desnudo y quemado". "Cuando me acerqué, me dice que no quería que le tocase porque le dolía todo. Por eso, le tuve que sacar a rastras entre las llamas y los escombros. Como también caía agua por todos los sitios, acabé empapado porque le bajé hasta el portal", sostiene.

Desgraciadamente, dos semanas después, el vecino, D.H.H, falleció en la Unidad de Quemados del Río Hortega. Allí contaba ya con quemaduras de grado 2 y 3 en el 55 por ciento de su cuerpo. El Ayuntamiento trasladó el "más sincero pésame" a la familia del citado varón en redes sociales. A pesar de este desagrabable desenlace, la actuación de Redondo fue heroica porque se jugó su vida para salvar la del hombre de 57 años. En un primer momento, consideraron que el vecino no corría peligro, pero el paso de los días perjudicó gravemente al fallecido, que no logró mejorar.

En cuanto al resto de los heridos (12), la mayoría regresó a sus casas minutos después. Cabe recordar que ocho fueron trasladados tanto al Clínico como al Río Hortega. Los efectivos sanitarios dieron el alta a seis de ellos, dejando a un herido leve y a la víctima citada hospitalizados. De los cuatro restantes, a todos ellos se les atendió en lugar de los hechos, así como a dos bebés que sobrevivieron.

ESTADO DEL EDIFICIO Y DAÑOS ORIGINADOS

El inmueble, que fue desalojado por completo, presentó daños graves en cerramientos en la tercera planta, daños en falsos techos y paredes en varias plantas y daños graves en ascensores en sus puertas de casi todas las plantas, causados por la sobrepresión generada en la explosión. Asimismo, daños también en gran cantidad de puertas de accesos a domicilios que fueron arrancadas de sus vanos por la onda de choque, lo que requerió la intervención de la Policía Nacional para la correspondiente custodia.

La explosión también dañó al edificio de enfrente, con roturas de cristales en cuatro viviendas, así como a cinco vehículos que estaban aparcados en la zona.

CAUSAS DE LA EXPLOSIÓN

El Servicio de Extinción de Incendios del Ayuntamiento de Valladolid informó que una fuga de gas con incendio accidental incluido fue la posible causa de la explosión. Es decir, que dicha fuga puodo proceder de un ramal antiguo de servicio a una cocina de gas sin sellado estanco, debido a la apertura sin intención de la llave de paso.

El jefe de los Bomberos, Javier Reinoso, puso como ejemplo a los medios de comunicación que podría haber sido por haber preparado el desayuno sin que la víctima se haya dado cuenta de que ya había una fuga o una chispa eléctrica.

FELIZ REGRESO A CASA

78. Esos fueron los días que pasaron entre la explosión y la vuelta a la normalidad de la mayor parte de los vecinos. Éstos lograron acceder a sus viviendas siempre y cuando el grado de afectación sea menor en comparación con la zona más perjudicada (la tercera planta). Concretamente, en esta última las paredes desparecieron cuando se produjo la explosión porque fue el 3ºI el epicentro de las llamas. Esto provocó que tanto el 3ºH como el 3ºJ se vieran indirectamente implicados, donde, además, los vecinos volvieron, como el propio agente de la Policía Nacional. Su regreso, en este sentido, consistió, con TRIBUNA de testigo, en comprobar que continuaban las tareas de reparación y saneamiento. Hay que recalcar, además, que todos los servicios básicos (luz, agua y gas) y uno de los dos ascensores fueron restablecidos aquel 15 de noviembre.

Durante todos estos meses, con la empresa Impalag como constructora, el expresidente de la Comunidad, Emilio Leza, transmitió lo que le comunicaban los técnicos a los vecinos para que sean conscientes de cómo evolucionaba la situación. En esos momentos, de hecho, faltaban la limpieza y el pintado, pero el bloque ya había recuperado la estructura original que había sido alterada por la onda expansiva. En cualquier caso, la rapidez con la que se han llevado a cabo las obras provocó que manejen una previsión que, meses antes, ni se imaginaban.

Las partes implicadas agradecieron tanto la labor del Ayuntamiento de Valladolid como la visita del concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, Alberto Cuadrado, que se ha preocupado de la situación que atravesaron los diferentes residentes que han ido entrando en el portal número 23 de dicha vía para poder ver, en primera persona, la luz al final del túnel.