El Real Valladolid cosechó la sexta derrota de la temporada en El Sadar en un partido en el que conjunto local fue superior a los de Pacheta de prinicipio a fin. Sin embargo, esa no fue la única mala noticia, ya que, en la otra cara de la moneda, parte de las aficiones de ambos conjuntos protagonizaron 'la cara B' del fútbol. Se produjeron altercados y peleas de varios aficionados en los alrededores donde estaban los autobuses de los simpatizantes pucelanos. Según apunta El Diario de Navarra, la pelea fue fruto de un encuentro casual, algo que la Federación de Peñas ha querido desmentir a través de su cara visible y presidente, Mario Puertas. "La verdad yo no la tengo porque ningún ultra ha quedado conmigo. Esto no puede ser casual, ni ha podido ser una quedada. Todos los que viajábamos de Valladolid cumplíamos todo el protocolo al milímetro. Si la Policía hubiera tenido todo perimetrado, la zona habría estado mucho más controlada. No me cuadra que se hayan quedado para pegarse. A mí me ha dicho la gente que había aficionados que estaban esperando a los autobuses. Creo que hay un fallo garrafal de la Policía en cuanto a la seguridad. Son imágenes de las que siento vergüenza", reconoce.

"Mañana comenzamos la venta del viaje a Bilbao. No queremos incidir en lo mismo porque el equipo nos necesita y mañana, por ejemplo, ya estamos a 48 horas del encuentro ante el Elche, que es muy importante", añade Puertas.

A estas declaraciones se suman los comunicados del Real Valladolid y Osasuna. Ambas entidades han condenado estos hechos lamentando, además, los incidentes causados en los prolegómenos de un encuentro que acabó con un resultado favorable para el equipo local, pero con la lección aprendida de "hacer autocrítica" y mejorar tanto la seguridad para determinados aficionados como el "comportamiento" de alguno de ellos.