Contra las llamas, pacto de estado
Seguimos a vueltas con la prohibición de ritos y rezos musulmanes, en ciertos lugares de propiedad municipal, por parte de Ayuntamientos donde Vox tiene influencia, y calificando los acuerdos hasta como delitos de odio, incluso por un gobierno que los ha denunciado, y al que preocupan más unos extranjeros, que quieren imponernos su religión y sus costumbres, que los españoles que sufren en propia carne el daño de los incendios.
¿Delitos de odio? ¿De qué?, mas bien, para muchos, actos de pragmatismo, en defensa de nuestra cultura y para evitar espectáculos denigrantes ¿o degollar carneros resulta de lo más estético y agradable?
Muchos de los que acusan a Vox y braman contra las corridas de toros, no dicen ni mu si ven a un musulmán, cuchillo en mano, degollar un cordero, demostrando una vez más lo falsarios, hipócritas y sobre todo cobardes, que son, y que conste que respeto a quien piensa, de corazón y no para mantener con subvenciones su chiringuito, que en los toros se tortura al animal, y no me vengan con que gracias a los toros existe el toro de lidia, símbolo de España y que el toro puede defenderse ¿con los cuernos que dios le ha dado?, venga ya, el hombre, con su inteligencia posee un arma cien veces superior y no contento con eso, utiliza caballos blindados, picas, capotes y espadas ¿Dónde está la igualdad? ¿Cuántos toreros resultan heridos por cada toro muerto?
Dejemos la fiesta nacional. Seguro que hay mucha gente que no le gusta en absoluto mi forma de pensar sobre las corridas de toros, yo pienso así y reclamo mi derecho al respeto de mis ideas. Pienso, además, que a quien le gustan los toros, está en su derecho, pero, creo que el aficionado contempla el espectáculo con ojos de hace trescientos años. A mí no me gustan, fui una vez a una corrida y tampoco es que lo pasara mal y me escandalizara, pero no he vuelto.
Volvamos a la fiesta del cordero degollado. Los musulmanes defienden su rito diciendo que celebran que Dios salvó a Ismael del sacrificio -Ismael en el Corán, Isaac en la Biblia- y que en la Biblia existe el pasaje donde Dios ordena a Abrahán el sacrificio de su primogénito Isaac como señal de fe, sí, pero los cristianos no andan por todas las plazas de ciudades y pueblos degollando corderos, y el sacrificio más cruento que celebran es la misa, donde beben sangre de Cristo procedente de vino convertido y comen su cuerpo procedente de pan ácimo. No me dirán que se parece.
Yo soy católico, puede que poco practicante, como una gran mayoría, pero católico, y, por supuesto, le profeso todo el respeto a mi religión, pero, que quieren que les diga, el pasaje bíblico del sacrificio de Isaac, nunca me ha parecido que favorezca, en nada, al predicado de que Dios es todo bondad. No creo que diciendo esto blasfeme, es lo que me parece, y más que un favor hacia Abrahán, lo que me parece, es que se le hizo una gran putada.
Vayamos al asunto más caliente. Si, con lo que estamos viendo en las actuaciones de los políticos en la lucha contra los incendios, y tal como ha sucedido con otras catástrofes, alguien piensa que, en ocasiones como estas, las comunidades autónomas no son un cáncer para la seguridad y el bienestar de los ciudadanos, que me lo explique. Hombre, más cáncer son Pedro Sánchez y sus ministros, dirá alguno, y alguna duda si me crea. España ardiendo y ellos de vacaciones. Pero mira tú, igual mejor.
Pedro fue un ratito en su Falcon y sus Pumas a hacerse la foto, y se volvió, y digo yo ¿por qué no cambiamos el Falcon por dos o tres aviones botijo y los Pumas los mandamos a echar agua al fuego? Más útiles serían, para presentarse blindado de escolta, no fuera a ser que le volvieran a correr a escobazos, mejor que hubiera seguido de vacaciones y que cuando tenga que viajar lo haga en línea regular y en turista, que ni eso se merece.
Vaya espectáculo. Pedro visita, medio de tapadillo, las zonas incendiadas y el pueblo se acuerda de que le gusta la fruta. Pedro Sánchez, el presidente más querido por sus gobernados desde que se instauró la democracia, y puede que desde antes. Y como aguanta el tío, más que un palo de punta, sostenido por Puigdemont, Joseba y Otegui, a quienes pagamos muy bien su servicio todos los españoles, con nuestros valores y nuestro dinero, no le troncha ni un vendaval de fuego.
Como algo tenía que decir, prometió un pacto de estado para luchar contra el fuego, anda ya, nada mas llegar a la Mareta se fue a la barra de la piscina, se tomó un cubata con su amigo zapatero, con Illa y con algún que otro gorrón, al que también pagamos las vacaciones, y se le olvido. Pero lo mismo da, total si metemos el pacto en unos aviones botijo y lo tiramos encima de los fuegos, las llamas, en lugar de huir despavoridas, se partirían de risa, puede que hasta se alimentaran.
Dos pactos de estado si hacen falta, uno que evite a los gobiernos tener que ceder a los abusos de los independentistas y otro para cambiar la Ley Electoral en varios puntos:
1.- Que se votara al congreso como se hace al senado, así les preocuparía más, a la hora de confeccionar las listas, que los candidatos fueran los mejor valorados por los votantes y no los más amigos e incondicionales de quien las hace.
2.- Que todo ciudadano, nacido en España, pueda decidir, voluntariamente, emitir su voto en su lugar de empadronamiento o en el de su nacimiento. Así desaparecería el beneficio que obtienen los partidos regionalistas haciendo la vida imposible a los ciudadanos, no afines, para que se marchen.
3.- Que ningún partido político pueda ocupar un escaño en el Congreso de Diputados si no obtiene, al menos, el cinco por ciento de los votos emitidos en las elecciones, así más de uno se tendría que atar un dedo y mandar solo en su casa, pero no, con cuatro votos, en la de los demás.
4.- Cambiar la noma de reparto de escaños o modificar la Ley d'Hont para beneficiar al partido más votado, beneficiaria la gobernabilidad.
Sé que las propuestas también tienen sus inconvenientes, pero creo que se ganaría más que se perdería en favor de la democracia, eso sí, más de uno dirá que pensar que tales cambios los pueden acordar los políticos es una ensoñación, como dirían algunos ilustres jueces, que iluso pensar que algo que perjudica a los políticos, aunque beneficie a los ciudadanos, lo van a aprobar los perjudicados. Es imposible secar un charco si tiene que hacerse con el beneplácito las ranas que en el habitan. Bueno, pero de ilusión también se vive.
Venga Pedro, convoca ya elecciones y vete de una puñetera vez, que se te ve muy compungido y demacrado, te va a pasar algo, y vas a pasar a la historia como el presidente de gobierno más nefasto desde tiempos anteriores al Duque de Lerma.
Vaya con el episodio de la heladería argentina en Barcelona. Por supuesto que creo al cien por cien al dueño y estoy seguro de que esa individua pertenece al grupo de catalanes que se creen superiores al resto de españoles y que su lengua debe ser universal, y no el castellano que solo lo hablan las bestias, cuando en realidad son escoria, mas racistas que los traficantes de esclavos catalanes, y más xenófobos que un nazi. Conozco a muchos catalanes, incluso a alguno independentista acérrimo, pero educado, que nunca se portarían como esa fachendosa petulante y su pareja. Si hubiera justicia se les haría pagar todo el perjuicio ocasionado con su patrimonio, incluido el lucro cesante, considerando responsable solidario a todo aquel que, con sus declaraciones, ha justificado la canallada. Hay que ser hijo de perra para comportarse de esa manera, y que conste que, si el caso se hubiera dado a la inversa, en Madrid, en Cuenca, en cualquier otra ciudad o en una aldea perdida, con respecto al catalán, mi opinión, en relación con los canallas que así se comportaran, no cambiaría. Y lo que faltaba, Puigdemont metiendo baza en la timba, éramos pocos y parió la abuela. Un forajido que vive a cuerpo de rey a costa de los españoles dando lecciones de patriotismo, ética y buen comportamiento, otro que tal baila, si en España tuviéramos un gobierno decente estaría en la cárcel o muriéndose de asco y comiéndose los mocos en Waterloo.